Danse macabre 2

41 7 5
                                    

Las personas le miraban en las calles con una expresión de asco en sus rostros, estaba arrastrando los pies desde que salió del vagón, desde hace unos minutos se sentía un poco mareado podía adivinar que el alfa desperto y tiraba de el con su vínculo que palpitaba de vez en cuando en su cuello, era como una clase de pez tratando de escapar del anzuelo incrustado en su boca, dolía pero si no lo hacía sería su inminente final. Un suspiro escapó de sus labios cuando vio el edificio de departamentos donde vivia rezaba por qué Shirabu aún no hubiera salido a la universidad busco las llaves en su bolsillo pero no las encontro así que llamo al timbre pasaron lo que parecía una eternidad para que los cabellos claros se asomaran desde el umbral. El rostro usualmente de pocos amigos del más joven se convirtió en una auténtica mueca de preocupación lo vio abrir los labios pero no dijo nada solo tiro de el hacía adentro para cerrar la puerta después, mirando a todos lados para asegurarse de que nadie lo viera.

- Tendou dónde estuviste an...- se callo cuando un aroma extraño le invadia la nariz- ¿Que paso?

La verdad es que el pelirojo se veía terrible; despeinado, con los ojos hinchados y los labios tan apretados que habían pedido su color, luego estaba el aroma extraño que despedia su cuerpo. Lentamente se quitó la capucha con la que mantenía su cuello medianamente oculto para dejar a la vista, no una, si no tres marcas de dientes en su cuello y parte de sus hombros.

- mira- dijo como lo haria un niño mostrando un raspón en la rodilla, con los ojos congestionados de lágrimas y la voz ligeramente quebrada- ¿Que debo hacer?

No hubo respuesta, el castaño no lograba salir de su estupor solo miraba las heridas en su cuello aún había sangre seca en ellas, parecía que el tiempo se hubiera detenido en ese momento para ambos hasta que la alarma del castaño le hizo salir del trance dónde se encontraba, tiro de la muñeca del pelirojo hacia el baño donde estaba el botiquín de primeros auxilios de dió la pastilla anticonceptiva mientras sacaba algo para limpiar su cuello, pero de poco iba servir que la herida cerrara ya que  siempre estaría ahí, hasta el día de su muerte.

- no salgas de casa hoy... Traeré un cuello ortopedico del trabajo... Podríamos ocultarlo así, por un tiempo pero... Tendou tienes que irte de Shiratorizawa- su voz era firme como algo que hiciera pensado desde hace bastante tiempo atrás, tal vez no para el pelirojo si no para si mismo, huir era lo único que podía asegurar un poco su seguridad.
- ¿A dónde?- dijo en pelirojo mirando su reflejo desastroso en el espejo nunca se había visto peor creía el- mi vida está aquí y no tengo a donde ir... Ni familia que me reciba ni amigos con los que contar
- podrías tratar de ir a Nekoma- murmuró él castaño y el soltó una risa ante su propuesta, claro habían escuchado esos rumores todos los omegas del país lo habían hecho estaba casi seguro "Nekoma el paraíso terrenal para los omegas" dónde podían vivir de forma digna como ciudadanos integros amparados por leyes de equidad de su distrito, eran esas mismas leyes lo que le impedia ingresar al lugar, el flujo estaba tan vigilado que seguramente tendría que hacer papeleo por meses para obtener un permiso de visita y en su rigurosidad se descubriria su naturaleza, suponía que por Nekoma no habría problemas pero las leyes de Shiratorizawa le impedirian salir, incluso podría terminar más rápido en las manos del alfa que arruinó todo.

Negó con la cabeza sintiendo como era colocada la última gaza en su cuello, levanto la vista para encontrarse con los ojos claros del otro.

- debería irme antes de que te descubran a ti también ¿No?- dijo poniéndose de pie aferrado al borde del lavado el ardor aumentaba así que suponía que aquel otro lado del vínculo estaría furioso por su repentina desaparición. El castaño no dijo nada pero el pelirojo no necesitaba respuestas sabía que el castaño debía velar por su propio bienestar- tú quieres ser médico si se enteran que eres un Omega te quitarán todo... Jajaja, si lo logras harás que todos los omegas de Shiratorizawa se sientan orgullosos, además le callarias la boca a esos idiotas que creen que somos tontos
- Tendou... No trates de sonar maternal, es asqueroso- dijo con el entrecejo fruncido- siempre supe que algo así pasaría, pero tenía la esperanza de que pudieras aguantar hasta que termine la carrera... Para irnos juntos a Nekoma, como un par de betas
- ja... Tu das más asco siendo amable- dijo este riendo mientras se sujetaba de la pared caminando lentamente hasta su cuarto- se te hará tarde para la escuela... No tenías un examen a la tercera hora
- ¿Estarás bien?
- si, no te preocupes sería malo si suspendes ese examen- grito desde la habitación cerrando la puerta antes de deslizarse lentamente hasta el suelo sus piernas temblaba y luchaba por no vomitar del dolor aquella marca le ardía y sentía como si le oprimieran el cuello tan fuerte que se desmayo a los pocos minutos de escuchar al castaño abandonar el departamento.

Luces en la ciudadWhere stories live. Discover now