Capítulo XIII

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No podía dormir, quería darse la vuelta tratando de conciliar el sueño, pero eso era imposible para ella, por dos razones, la primera porque no podía hacerlo, debía dormir únicamente en una posición y la segunda, porque no dejaba de pensar. Sí, había aceptado por inercia viajar con las señoritas Luthor al Central Park, ella entendía a la perfección que no debía huir de su pasado, más bien le podría dar el correcto ejemplo a Lena de cómo se seguía adelante apesar del dolor que pueda haberse quedado impregnado y, tampoco podía negar que moría de ganas por regresar después de tanto tiempo de no hacerlo, después de tanto tiempo de no poder un pie en la "Gran Manzana". ¿Quién lo diría?, volvería a final de cuentas, sabía que algún día iba a suceder, pero nunca de esa forma. Pero, ¿cómo iba rehusarse a ir con ellas?, si esos ojos color verde único se miraban soñadores y esperanzados de que ella aceptara, lo admitía, fue hipnotizada por ellos, ahora no solo no le negaba nada a la pequeña, sino también a su madre, ¿en qué momento lograron eso?, ni siquiera  Andrea tuvo ese poder de convencimiento con solo una mirada que le diera.

No importaba ya, no daría marcha atrás, conociendo que los pronósticos de divertirse con ellas estaban en su punto máximo. Iba a divertirse, dejaría que los desconocidos la miraran, aún cuando le incomodaba que lo hicieran, porque no quería causar lástima en nadie, pero tampoco iba a ser la primera mujer en silla de ruedas en el mundo que transitaba por tan hermoso parque. Además de que, no creía ser reconocida, solo serían sus grandes fans leales que lo hicieran, que por cierto, diariamente recibía notificaciones de sus Redes Sociales (las que no utilizaba), de sus fans preguntando cómo estaba por medio de una etiqueta o un mensaje directo, rara vez los contestaba, solamente los veía por encima, porque pasaría muchísimo tiempo contestando a fans que estaban queriendo entablar una conversación con confianza y, eso lamentablemente, no podía suceder, las relaciones fans - artistas se volvían complejas, se emocionaban tanto por ello que, hacían virales los pantallazos como prueba de que lo hicieron, resultando aún más complicado, porque todos y cada uno de ellos quería tener el mismo resultado. Por supuesto, ella entendía ese sentimiento, porque al final del día ella es una persona más, es una humana con  cuyo trabajo era actuar y cantar frente a cientos de personas en un escenario.

Entonces, se prometió así misma que si alguno de ellos se acercaba a ella para saludarla o podirle un autógrafo accedería con gusto, porque por ellos tuvo el éxito que tuvo, aunque muy en sus adentros sabía que resultaba ser un poco difícil, en todos los sentidos, era una mínima posibilidad de que alguno se encontrara en el mismo lugar que ella. De igual forma, si sucedía le daba gracias a Dios nunca se le subió la fama a la cabeza, siempre tuvo los pies bien puestos en la tierra, tal como le enseñaron sus padres.

Por otra parte, quería darle el ejemplo a Lori de humildad, si algún día la pequeña llegaba a cumplir su sueño como el suyo tendría que poner siempre delante su humanidad, porque no son ni serán nunca más o mejor que nadie. Antes de toda vanidad que el mundo de las bellas artes le ofrecía debía recordar las buenas enseñanzas de su familia Luthor, lo quería y lo esperaba así, porque la pequeña era lo más cercana a una hija, ¿una hija?, vaya Kara, creo que mucho dulce te está afectando. Pero, ¿qué tiene de malo?, es la verdad, se contradijo varias veces con sus pensamientos, pero ella sabía en el fondo de su corazón que así era. Sin olvidar de que, en verdad la pequeña era una fan suya, no la iba a decepcionar, ni a Lena tampoco.

Minutos después de tanto pensar se quedó dormida. Aquellos sueños recurrentes se habían calmado casi por completo, pero ahora soñaba distinto, siempre se veía levantarse de la silla caminando hacia cualquier parte, como si observara desde ese ángulo a alguien, nunca veía como primera persona, siempre lo hacía como tercera. Ella misma se veía diferente, con un semblante lleno de paz y tranquilidad, caminaba como si la silla de ruedas hubiera sido un simple chiste de humor negro, pero cuando más se aproximaba a su objetivo su sueño cambiaba o se despertaba y eso la irritaba un poco y eso resultaba nuevo para ella, porque jamás le pasaba eso, por más que quisiera seguir en el mismo sueño no podía, siempre terminaba soñando otra cosa trivial.

El Renacer De Una EstrellaWhere stories live. Discover now