Capítulo XXIII

6.8K 538 140
                                    

Llegaron a la oficina de Lena escoltadas por seguridad y Kara con una sonrisa tímida les agradeció profundamente, ellos estaban encantados de ayudar, aparte era su trabajo. Debía decirle a la pelinegra lo que estaba surgiendo a las afueras, pero se supuso que esta ya ella se había enterado y, no se equivocaba, fue alertada por una llamada directa del lobby. Kara suspiró tomando el mango de la puerta, como tenían acceso directo entraron sin tocar, después de darle una mirada como saludo a Jess que sonreía de medio lado. Apenas ingresaron la rubia dirigió su mirada con mucha preocupación a la CEO que estaba de espaldas observando todo desde el balcón de la oficina con sus brazos cruzados, gracias a Dios no era vista por los paparazzis que estaban siendo alejados a pasos agigantados por entrar a la fuerza a su compañía.

— Len... — la llamó con cierta timidez, no sabía si estaba enojada por lo que estaba pasando. La rubia bajó a Lorian de sus brazos para ponerla en el suelo con cuidado. Lena se giró ante su llamado y se acercó a ellas para abrazarlas.

— ¿Están bien? — les preguntó con preocupación inclinándose a tocarle el rostro a su bebé quién la abrazó por los hombros un poco asustada. La ojiazul suspiró cruzando sus brazos y Lena se acercó a ella para darle un pequeño beso en sus labios para tranquilizarla.

— Lo siento... — le dijo casi en un susurro al separarse y Lena le acarició su rostro negando. Lori las veía atentamente con una pequeña sonrisa ya más tranquila.

— Hey, cielo. No tienes por qué sentirlo, sabíamos que iba a suceder tarde o temprano — le dijo dándole otro beso un poco más largo para que se dejara de culpar por lo inevitable. Kara suspiró asintiendo con una media sonrisa acariciando el rostro de ambas.

— No dejé que fotografiaran a nuestra pequeña. Sin embargo, llamaré a Alex para aletarla de posibles demandas — le dijo con seriedad mirándola a los ojos. Lena asintió con una pequeña sonrisa, le encantaba esa parte protectora de su casi novia, mirando a Lori, también amaba que ya nombrara a la pequeña como suya.

— Mamá, mami Kara y yo te trajimos almuerzo — le dijo con ternura sonriendo mirando a su mami rubia que asintió con timidez (seguían siendo un poco tímidas en algunos casos), y Lena las miró enternecida, no era la primera vez que le llevaban almuerzo, sin embargo, no dejaba de ser especial que lo hicieran.

— ¿En serio? — les preguntó inyectando varia emoción en su voz para que la pequeña se pusiera aún más feliz. Kara soltó una carcajada, le encanta esas partes de la CEO. Lori asintió pidiendo que la bajara para tomar su mano para guiarla hacia su escritorio para que lo pudiera comer.

— Espero que no le haya pasado nada, por lo sucedido a la comida — dijo soltando un suspiro sentía todavía fastidio por lo que sucedió y sacó la taza de vidrio con el almuerzo junto a un jugo natural que también prepararon con amor. Lena se sentó agradecida porque olía muy bien y aún seguía tibio.

— Me gusta cocinar con mami Kara, más. Eres nuestra reina — dijo la pequeña imitando las palabras que la rubia le dijo cuando estaban cocinando. Kara suspiró con una sonrisa mirándolas fijamente. La pelinegra sonrió anonadada, sus amores se dedicaban para consentirla, eso le encantaba, lo malo es que se terminaría mal acostumbrando y ante la mirada fija de sus dos amores comenzó a almorzar la deliciosa lasagna de pollo en salsa.

— Esto está delicioso. En verdad eres una caja pandora, Kara — le dijo divertida partiendo un poco más de la lasagna. Kara encogió sus hombros sonriendo sentándose en el sofá blanco sentando a Lori en su regazo.

— Aprendí cuando era pequeña, porque pasaba viendo a mamá cocinar y comencé desde a aprender. Después ella me terminó de pulir enseñándome más recetas y recetas secretas de los Danvers — le dijo sonriendo con orgullo abrazando a la pequeña. Lena levantó una ceja intrigada, ¿cuáles serían esas recetas secretas? — Por eso me gusta que nuestra hija me ayude a hacerlo, me gustaría que aprenda, ¿verdad, mi amor? — le preguntó mirándola de lado y Lori asintió con una sonrisa pequeña mirándola para luego mirar a su progenitora que les sonreía ampliamente.

El Renacer De Una EstrellaWhere stories live. Discover now