Capítulo XVI

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Aquella sinceridad en las taquilla del teatro les hizo comprender que no querían estar lejos la una de la otra, ahora no solo por la pequeña Lori en el medio, sino por ellas mismas. Se comenzaron a sentir fortalecidas porque ya no habían motivos, ni pasados qué ocultar, excepto por parte de Lena, quién no se atrevió a mencionarle en ningún momento su atracción por ella. Ahora sí estaba de acuerdo con la pequeña, quería que Kara fue su otra mamá, eso, y todo lo demás hizo que la atracción fuerte que estaba sintiendo por ella, fuera inevitable, y, saber que todo al principio fue diferente, pensó divertida mientras observaba de soslayo el perfil de la actriz. La veía tranquila, como una espectadora más, que estaba haciendo todo ese sacrificio por complacer a su pequeña hija.

Toda madre soltera desearía tener la suerte y dicha de encontrar a una Kara Danvers, que tratara a sus hijos como si fueran suyos, pero lamentablemente, tanto hombres como mujeres así se encuentran escasos. Por eso le daba gracias a Dios de haber tomado la decisión correcta, casi cometió el error de alejarla de su vida. Pero, ¿ahora?, ¿cómo iba a hacer para decirle que tal vez pronto deba volver a Metrópolis, han pasado casi tres meses desde que se fueron, aunque insistía en no tener fecha límite, no quería dejarle toda la obligación a su padre, porque por algo se había retirado de Luthor Corp, cediéndole el lugar que le correspondía a Lex en primero, pero a él eso no le importaba mucho, estaba feliz trabajando en su puesto.

No obstante, cada vez miraba a la rubia, se preguntaba si existía la mínima posibilidad de que ella esté sintiendo lo mismo. De no ser así, se encargaría de mantener en perfil bajo sus sentimientos y tratar de verla como tal. Claro, teniendo abierta su mente a lo que pensaba como una contusión, la hacía imaginarse varios escenarios estando justo al lado de ella, si bien conocía la sensación de tener sus manos unidas, se preguntaba cómo sería entrelazar sus dedos, darle un beso en esos admirables labios que parecían suaves como los pétalos de una rosa. O estar sentada en sus piernas viendo una película, como aquella que vieron en el jardín, con el cine improvisado. No le importaba su condición, no veía a la rubia como un objeto sexual, o como alguna de las mujeres aquellas que, pudo tener sexo. No, no, la ojiazul era diferente para ella, sin embargo, no significaba que no la deseara, para nadie es un secreto lo hermosa que es, con matices dulces y sensuales cuando quería, vamos, Lena, tranquilízate, pareces una adolescente, pensó la pelinegra removiéndose un poco del asiento logrando una mirada y sonrisa cálida por parte de la culpable.

— Hey, sé que suele ser aburrido ver los ensayos, pero ya casi están terminando. No te preocupes, Len — le dijo con dulzura bromeando, pensando que se trataba de eso, oh, Kara, supieras que ni se trata de eso, pensó dándole una sonrisa amplia negando y se dedicó a escuchar a Winn cantar, al parecer su personaje era uno de los principales.

La obra parecía ambientada en los cincuenta, solo pudo notar esos detalles porque había estado ocupada escuchando sus pensamientos y no lo que trataba en sí. Además de que, le ardía la sangre saber que por ahí estaba la ex de Kara, tratando de lucirse. Momentos como esos ella aprovechaba para apretar su mano dándole apoyo y recibía una pequeña sonrisa de agradecimiento como respuesta.

— Winn es muy talentoso, ¿no crees? — le dijo nuevamente Kara con una sonrisa pequeña, pero orgullosa de él. Lena le dio una sonrisa de medio lado tratando de ocultar su melancolía.

— Sí, lo es. Y, tú también lo eres, Kara Danvers, tienes la voz más bella que he escuchado en mi vida. Mira que yo soy muy difícil de complacer — bromeó empujándola un poco con su hombro y la hizo reír con suavidad, su rostro estaba sonrojado, pero debido a los contrastes de las luces no se apreciaba la diferencia.

— Siempre tienes algo lindo qué decirme, Len — le dijo fijamente a los ojos sin apartar su sonrisa sin mostrar sus perfecta dentadura. Y miró todo el teatro suspirando — ¿Sabes?, me alegra haber superado mi miedo a venir y que fuera con ustedes. Lori y tú son muy importantes para mi — le dijo dándole un último repaso al teatro, teniendo pleno conocimiento de que no volvería y luego miró a Lena que la miraba con ternura — Cuando me preguntaste si volvería, creo que ya sé con certeza la respuesta. No, no lo haría, mi tiempo aquí terminó — le dijo con calidez sonriendo esta vez ampliamente y la ojiverde le correspondió asintiendo con el mismo tamaño de la sonrisa inclinándose para abrazarla.

El Renacer De Una EstrellaWhere stories live. Discover now