Capítulo XXV

6.5K 479 71
                                    

El tiempo ha sido testigo de cuánto habían crecido como noviazgo y madres de familia. Han pasado dos años desde aquel día que lo hicieron oficial entre ellas, llegando a casi tres años desde el primer día en que se dijeron sus sentimientos. Los tiempos buenos sobrepasaban los momentos malos, aunque a veces estos eran un poco serios, llegando al punto de dormir en distintas habitaciones, sin embargo, no pasaba uno o dos días para contentarse, teniendo una noche apasionada. Sus amigos y familias eran conscientes de que parecían más un matrimonio que en sí noviazgo, técnicamente eran pareja. Como resultado de ello, fueron etiquetadas como la pareja con más influencia de Metrópolis y National City, sobrepasando a su hermano Lex Luthor y su cuñada Lana Lang, pero, a ellas no les importaba en absoluto esa etiqueta, ellas vivían una vida normal y corriente, claro, siendo sorprendidas de vez en cuando por algún paparazzi.

Siendo ahora una mujer de cuarenta años, veía la vida con mayor madurez. Apesar de que su novia era menor, aprendía mucho estando con ella, con treinta y dos años de edad tenía una madurez increíble, su forma diferente de ver la vida, por medio de ese accidente que le cambió su rumbo por completo, era su complemento perfecto, todo su ser lo sabía. Le parecía increíble darse cuenta como el tiempo transcurría, ¿quién le iba a decir irse de vacaciones a Manhattan la llevaría hasta el amor de su vida?, nadie, así es la vida de incierta, pero estaba más que agradecida con Dios y la vida por haberla llevado por ese camino. Ese, donde pudo olvidarse por completo de su pasado, donde ya no le avergüenza lo que pasó en ese tiempo como modelo, porque tal como le dijo su rubia, el pasado ayuda a madurar y a hacerte fuerte. Desde esos momentos lo que dijera Imra Ardeen y Mike Mathews no le afectaba, más porque sabía que no se encontrarían en el camino, solo por casualidad lo sería, pero tampoco es que  le importara si pasaba.

Por otra parte, en los proyectos personales, Lena Luthor había tenido un proyecto en mente desde el aniversario de sus padres. Este consistía en un hospital para niños, lo denominó Luthor Hospital, pero este a diferencia de los demás tenía más acceso económico y con la posibilidad de un Seguro Social para personas de escasos recursos. Si le preguntan por qué decidió hacerlo, su respuesta sería clara y concisa, Kara Danvers me inspiró a hacerlo, la hizo abrir los ojos para enfocarse en la vida real, una muy dura, donde cientos de hogares tenían un hijo con algún tipo de discapacidad múltiple, sin dejar de lado a Lorian (su pequeña hija de ahora cinco años de edad), de puso en los zapatos de cada uno de ellos, convirtiéndose esta en la misión y visión del centro hospitalario, ayudar a las familias.

La tecnología con la que contaba el hospital era muy grande, quería con todo su corazón ayudar a esos pequeños, quería verlos felices siendo ayudados de forma temprana. Sin embargo, eso no significaba que no le importara los adultos, también tenía un proyecto en mente, pero esperaría un poco más para ello. Gracias a eso, fue reconocida como la mujer del hoy en una revista de ciencia. Aún así, seguía sin importarle ese tipo de reconocimientos, ella lo hacía con buena bondad, no para ganar méritos, o créditos de alguna manera. Recordaba con mucho cariño el día de la inauguración, fue recibida muy bien por los presentes, estaban más que agradecidos con ella, siendo el primer día recibió más de cien pacientes buscando ayuda. Ese fue un día agotador para ella, sin embargo, todo eso quedó atrás al poner un pie en su hogar (que por cierto, amaba tanto la casa), su familia le había preparado una fiesta sorpresa y, vaya sorpresa, no se lo esperaba porque todos estuvieron con ella en la inauguración, terminando su día en los brazos de su amada novia, después de tantas veces que hicieron el amor, cerró sus ojos escuchando de su boca un estoy tan orgullosa de ti, Lena Luthor, estoy orgullosa de que seas mi llama gemela, el amor de mi vida.

Y, hablando de Kara Danvers, la actriz, o ex actriz (como le gustaba ahora presentarse), su vida fue cambiando para bien, su carrera universitaria había llegado a su fin, esta semana sería su graduación. De tantos dimes y diretes sobres sus compañeras fiesteras consideradas malas influencias por su novia, la convenció a cambiarse de horario a diurno, no podía negar que tuvo razón, estudiar de día era mucho mejor que hacerlo de noche, no se sentía tan agotada y tenía mayor concentración. Las compañeras que le tocaron en la recta final, fueron las mejores y completamente aceptadas por la pelinegra celosa, más que todo porque cada una tenía su novio e incluso esposo, además, ninguna de ellas era fiestera.

El Renacer De Una EstrellaWhere stories live. Discover now