Extra I

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Cinco años después:

El pequeño Jeremiah de tan solo cinco años de edad se encontraba un poco enfermo. Curiosamente, le había pasado exactamente lo mismo que su hermana mayor: se intoxicó con comida. Sin embargo, no fue por see comida callejera, fue en el propio kinder (jardín de infantes), habían tenido una pequeña exposición sobre diferentes culturas y, para su mala fortuna, una de sus compañeras llevó un conjunto de quesos en mal estado, provocando que todos sus compañeros se enfermaran (incluyéndola). Por lo que sus madres optaron por tomarse el día libre para cuidarlo entre las dos.

El pequeño Jeremiah había heredado los cabellos oscuros de su madre Lena, con sus perfectos hoyuelos en las mejillas y un poco la palidez en su piel. Mientras que de su mamá Kara había heredado sus hermosos ojos azules casi tirando a grises, heredó su nariz, sus pequeñas pecas alrededor del puente de la misma. Combinando los gestos ambas y, ni qué decir de su sentido del humor, su alegría para su corta edad era un sol en miniatura. Sin duda, un niño precioso que era muy unido a su hermana.

Y, hablando de la misma, la ya no pequeña Lori cumplía casi trece años de edad, una completa copia de Lena, en casi todo el sentido de la palabra. Al ser una pre-adolescente prodigio estaba un año más avanzada que el resto de sus compañeros, eso hacía entre dos a tres años se estaría graduando a sus dieciséis como su progenitora y, ¿por qué casi en todo sentido de la palabra?, porque apesar de no tener gen alguno con su rubia madre. No obstante, cada vez se parecía más a ella en su forma de ser, algunos gestos gustos musicales, entre otras cosas, obvio, eso no era para menos, era su madres después de todo y la amaba con todo su ser, apesar de que esta era muy celosa por cierto, más que su pelinegra madre. Porque cada vez que llevaba alguno de sus compañeros para hacer algún tipo de trabajo, la veía ponerse muy tensa, ya que ella misma les contó cuántas veces los chicos precoces se acercaban a "invitarla" a salir, la lista era larga, pero ella ignoraba esos "pretendientes" le interesaba enfocarse en sus estudios únicamente, su meta era Broadway como su madre, pero también quería ser científica. Pero, volviendo al pequeño tema de los chicos (conste algunas chicas también), era una situación inevitable, porque para nadie era un secreto que la belleza de las Luthor no pasaba desapercibida.

Jeremiah estaba recostado en el pecho de su hermana que repasaba su materia, aunque no tenía examen le gustaba estar preparada con anticipación. Lo estaba cuidando sin necesidad que sus madres se lo pidieran, amaba a su enano (como de cariño le decía), esperando a que una de sus madres llegara a darle las verduras en puré que habían preparado para él.

- Hermana, ¿podrías contarme cómo nuestras mamis se conocieron? - le preguntó con suma inocencia quejándose un poco del dolor en sus costillas (por la fricción al vomitar). Lori apartó su mirada de su materia para verlo a los ojos y con una sonrisa llena de ternura asintió cerrando su libreta.

- Verás, enano. La historia de nuestras mamás es la más hermosa del mundo - le dijo acomodándolo con cuidado a su lado para que la mirara a los ojos. Jeremiah tenía sus ojos brillantes sonriendo emocionado - Así que presta mucha atención, porque no la repetiré dos veces - bromeó sacando por momentos la misma actitud de su madre CEO - Hay cosas que no recuerdo porque en nuestros primeros años de vida no tenemos conciencia, pero, tengo muchos recuerdos después de haber cumplido los tres años. Sin embargo, la abuela Eliza me contó cómo se conocieron, así que te contaré como yo viví todo- comenzó a sonreír con amplitud y con cierta diversión de ella misma. Su hermanito empezó a asentir tomando una almohada para colocarla en sus piernas y así apoyar su cabeza entre sus pequeñas manos - Todo comenzó... -

Narración de Lori

Mi tercer cumpleaños fue el mejor del mundo. Mi familia junto con mi futura mamá, Kara, me habían regalado la mejor fiesta. Estaban todos, mis tías nuevas (Alex y Sam), tío Winn, mi tío Lex, mi tía Lana, mis abuelos y abuela Eliza, aunque ella no lo sepa para mi lo es. Estaba emocionada por todos mis lindos juguetes nuevos, pero, sin duda, lo que me ganó el corazón fue la pequeña obra que mi mamá Kara me regaló junto al tío Winn. Ellos son los mejores actores del mundo y yo cuando sea grande quiero ser como ellos.

El Renacer De Una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora