CAPITULO 46

115 6 0
                                    

We stood and looked out
As the colours in the sky ran wild
In that moment, I felt like I was seeing
Through the eyes of a child

'Cause time won't wait for us
It fades away so fast
And soon these days will pass
So make these moments last

Moments - Hollow Coves

La mañana del primero de abril comenzó con la mejor de las energías y en la mansión de los Flint reinaba la diversión. Desde muy temprano, Clemence se encontraba ayudando a los elfos con el desayuno, además no estaba sola, Charis y Raen –hermanas de Richie–, le estaban ayudando. Claro que ayudar era un decir, la cocina era un desastre, pero a nadie le importaba, solo había risas y platicas respecto al mundo muggle. Por otra parte, Lena se encontraba platicando con Robyn, a quien había encontrado igual de cool que Alex. Piper mientras tanto, hablaba con Roxanne acerca de unos juegos de computador.

Afuera, James, Alex y Finneas estaban de pie frente al enorme portón de hierro negro, estaban esperando a que Shereen llegara. La noche anterior, Archie creyó buena idea incluirla también en el último día en la mansión, después de todo, era ya una más del grupo. Finneas lucía extremadamente nervioso y emocionado al mismo tiempo, no dejaba de chequear la hora y mirar en todas direcciones con impaciencia y preocupación.

— Tal vez solo está retrasada –dijo Alex, dándole ánimos.

— Seguramente –asintió James.

— ¿Y si se perdió? ¿O se confundió de dirección? ¿Cuantos castillos hay aquí en Culross?

— ¿De magos? Seguro solo este –respondió James.

— Finn, tranquilo, segur...

De pronto, escucharon un ruido detrás de sus espaldas y al girar, vieron a Shereen casi cayendo de cara al suelo, mientras un bolso se deslizaba de su brazo al piso. Finneas corrió a ayudarle a estabilizarse y cuando se dieron cuenta de la cercanía, sus mejillas se tornaron rojas y ambos se apartaron avergonzados. Alex y James compartieron una mirada, esos dos se gustaban, no había dudas.

— Gracias Finn, hola chicos –saludó la adolescente.

— ¡Hola! Qué bueno que llegaste bien –sonrió Alex.

— Si, nuestro amigo aquí estaba demasiado impaciente.

— ¡James! –le regaño Alex, mientras Finneas se ponía más colorado.

— Bueno, eh... ¿Entramos? Déjame te ayudo con el bolso –habló el gemelo.

Shereen asintió evitando el contacto visual y los cuatro se dirigieron hacía el interior de la casa. La adolescente no pudo evitar observar con gran asombro todo a su alrededor, el lugar era enorme y su decoración tan sofisticada, que temía romper algo si se movía demasiado. Tan pronto cruzaron la primera puerta, las voces provenientes del comedor se hicieron escuchar. Había muchas risas y platicas y cuando finalmente llegaron, vieron a todos listos para desayunar. La sala tenía una mesa enorme, con centros de mesas, muchísima comida y unas ventanas enormes que dejaban entrar la luz de afuera. La vista al patio era perfecta, sin dudas un ambiente muy cálido y hogareño.

— Los estábamos esperando chicos, tomen asiento –sonrió Clemence, mientras miraba a su hijo con recelo.

— ¿Qué? Tenía hambre –respondió, mientras masticaba su tostada.

Alex se fue a sentar con Richie y James con Archie, mientras que Finneas llevaba a una tímida Shereen hacía el sitio en donde estaban sus madres platicando. Robyn, quién estaba sentada con Freddie se giró a mirarlos con curiosidad.

Who we are [James Sirius Potter]Where stories live. Discover now