CAPITULO 31

183 14 0
                                    

I'm only honest when it rains.
If I time it right, the thunder breaks.
When I open my mouth.
I want to tell you but I don't know how.

I'm only honest when it rains.
An open book with a torn out page.
And my ink's run out.
I want to love you but I don't know how.

Neptune - Sleeping at Last


Era viernes en la tarde, el colegio se encontraba bastante tranquilo para ser casi fin de semana, muchos estudiantes aún seguían en su última clase del día. No obstante, la tranquilidad se vio interrumpida por las risas de dos adolescentes. Alex y Robyn habían decidido divertirse un rato luego de que uno de sus profesores suspendiera la clase. Ambas se pusieron patines y comenzaron a pasearse por los pasillos del castillo, sin parar de reír cada vez que estaban a punto de caerse. Hacía unos segundos atrás habían escapado de Peeves, quién estaba buscando molestar a alguien y no dejaba de perseguirlas.

— ¡Duende maldito, no puedes alcanzarnos! –gritó Robyn sin girarse.

— ¡Soy un poltergeist, estúpida niña, lo lamentaras! –vociferó enojado.

— ¡Cuidado, cuidado! –exclamó Alex, mientras movía sus brazos.

Dos niños de segundo habían aparecido en la mitad del pasillo, al parecer iban saliendo de alguna clase, porque volvieron a meterse en el salón tan pronto las vieron pasar. Robyn no dejaba de molestar a Peeves y Alex comenzaba a creer que no lo perderían nunca. Sin embargo, la adolescente pudo ver a sus dos gatos corriendo hacía el patio externo, por lo que se dirigió hacia allí.

— ¡Alex, no que haces...!

— ¡Robyn! –gritó cuando al intentar girar hacía la derecha, chocó con ella y ambas cayeron al suelo.

Peeves no dejaba de reírse y mofarse por el golpe que ambas se habían dado. Robyn estaba a punto de ponerse de pie para golpearlo cuando la profesora McGonagall apareció por uno de los pasillos, se veía bastante molesta. Alex se apresuró en tomar a Goliat y esconderlo en su túnica.

— ¿Me pueden explicar que es todo ese alboroto? –preguntó con los brazos en jarra.

— Teníamos la hora libre –respondió Robyn, sobando su rodilla roja por el golpe.

— Si, para ocuparlo en algo menos peligroso.

— Directora, me parece que aquí hay gato encerrado, ¿no cree? –dijo el poltergeist con una sonrisa maliciosa, mientras Goliat intentaba escapar y Alex se esforzaba por lucir normal.

— Sentimos haber causado problemas, profesora, no volverá a ocurrir.

— Eso espero. Peeves, por favor te pido que te retires –habló hacia él y luego las observó a ellas–. Por favor quítense esas cosas... como se llamen.

Alex soltó un suspiro, feliz de no ser descubierta, mientras que Robyn le sacaba la lengua a Peeves, quién no dejaba de mirarle con enojo. Cuando finalmente quedaron solas, se quitaron los patines y se colocaron sus zapatos. Para su suerte solo tenían unos raspones, pero nada que requiriera ir a la enfermería.

— Deberías dejar de preocuparte por Goliat, hay tantos animales que nadie sabe de quienes son –comentó Robyn.

— Tienes razón, ocultarlo solo lo vuelve más evidente –soltó un suspiro, dejando que el pequeño gato se una a su hermano mayor–. ¿Vamos al Gran Salón?

Ambas amigas se subieron al scooter de Alex y se dirigieron hacía el Gran Comedor, en donde varios estudiantes estaban pasando el rato. Algunos jugaban juegos de mesa, otros leían y otros simplemente tomaban una merienda. Mientras Alex guardaba su scooter, Robyn buscó un lugar en la mesa de Slytherin, en donde habían decidido sentarse, ya que no había muchos estudiantes ocupándola.

Who we are [James Sirius Potter]Where stories live. Discover now