Who we are [James Sirius Potter]

CAPITULO 27

There comes a time in a short life.
Turn it around, get a rewrite.
Call it a dark night of the soul.
Ticking of clocks, gravity's pull.
First you get close, and you get hurried.

Flying like a cannonball, falling to the earth.
Heavy as a feather when you hit the dirt.
How am I the lucky one, I do not deserve.
To wait around forever when you were there first.

First - Cold War Kids

Era jueves por la mañana y los alumnos se estaban preparando para su primer día de clases. Alex había despertado temprano porque a Robyn le gustaba ser de las primeras en sentarse en la mesa para desayunar. La adolescente iba esquivando estudiantes en su camino hacía el Gran Salón, mientras empujaba el scooter con un solo pie y la música llenaba cada espacio de su mente. Lo que menos deseaba era recordar la noche anterior, solo deseaba dejarlo pasar y no sentirse tan extraña en su propio cuerpo. Entró al Gran Comedor sin bajarse del scooter y buscó un lugar en la mesa de Ravenclaw, en donde Robyn estaba esperándola.

— ¡Buen día Alex! ¿Cómo dormiste?

— Bien y veo que la nueva Premio Anual esta de muy buen humor esta mañana –sonrió mientras se acercaba.

— Señorita Wiley, ¿Qué hemos hablado respecto a su...?

— Scooter.

— ¿...A su scooter en el colegio? –habló la directora mientras caminaba hacía ella.

— Que solo puedo utilizarlo en los pasillos –murmuró intentando no poner los ojos en blanco–. Lo siento profesora, ya lo guardo.

— Bien, mejor así. Por cierto, aquí esta su horario, felicitaciones –sonrió más relajada, para luego continuar buscando entre los demás alumnos.

Alex tomó asiento frente a su mejor amiga y ambas intercambiaron horarios, mientras lo hacían, los merodeadores se acercaron a su mesa. Finneas y Richie estaban sentados a cada lado de Alex, mientras que Archie y James estaban sentados a cada lado de Robyn y Freddie estaba junto a James. Ninguno les prestó demasiada atención, pues también estaban observando sus horarios.

— Compartiremos cinco asignaturas, Alex –dijo Robyn con alegría.

— ¿Puedo ver? –preguntó Richie, mientras todos intercambiaban sus horarios.

— Alex mira el horario de Flint, sí que estará muy desocupado este año –sonrió Robyn, mientras le pasaba el pedazo de papel.

— Qué bueno que tienes dinero y probablemente nunca tengas que trabajar Archibald, porque con este horario...

— Para que sepas, Wiley, el colegio no va a enseñarme como ser un exitoso empresario, pero mi padre sí.

— No puedo creer que Finneas, Robyn y Richie tengan todos siete EXTASIS –habló Freddie–. Yo apenas conseguí cinco.

— No te quejes, yo solo llegué a cuatro, mi madre no estará para nada contenta –murmuró James.

— Bueno, tenemos Transformaciones, veamos en que podemos transformarte para que no pueda encontrarte –sonrió Richie.

Los chicos siguieron desayunando mientras en Gran Salón se llenaba de estudiantes, algunos con caras de dormidos y otros un poco más entusiastas, como los alumnos de primero o los de tercero; ansiosos por ir a Hogmeade por primera vez. Para cuando estuvieron listos, dejaron el comedor para dirigirse a la primera clase del día. Si bien tener menos EXTASIS era una ventaja para muchos como Archie, lo malo es que estas clases demandaban muchas más horas que de lo normal. Por ende, quienes más asignaturas tenían, más agotados se encontrarían al final del día.