CAPITULO 12

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We walk along the river, under the London Eye.
It's seen a million lovers, it's watching us tonight.

I don't need star-studded skies.
I don't need those glitzy nights.
When I see the London lights, reflected in your eyes.

London Lights - Tom Chaplin

Ahora eran once adolescentes quienes seguían a una peliazul por las calles de la ciudad. Había mucho tránsito y miles de personas alrededor, algunas giraban a verlos ya fuera por el cabello azul de Alex o porque algunos de ellos llevaban capas largas puestas; túnicas de magos. Lily iba aun en el scooter, admirando cada negocio con tecnología muggle. Rose iba preocupada por el hecho de haberse ido sin decirle a sus padres y peor aún, por estar siguiendo a Alexia Wiley de Slytherin. No era como que tuviera una mala reputación, Alex era muy tranquila, no solía meterse en problemas, pero Rose mantenía la guardia siempre. Albus y Scorpius iban sumidos en una charla sobre lo que la peliazul podría estar planeando. Mientras tanto, Hugo observaba la ciudad con emoción, para él era divertido romper reglas, escapar de los adultos y todo eso, sabía –desde que la había visto en Sortilegios Weasley–, que Alexia sería una chica muy divertida.

James caminaba junto a Freddie, sin quitar sus ojos de la adolescente, había estado evitando hablarle en el callejón porque le avergonzaba que sus padres aparecieran y metieran la pata. Había decidido unirse a sus amigos y platicar para mantenerse fuera de su vista, quería volver a concentrarse en su verano, sin embargo, sabía que no podría evitarla por mucho tiempo. Lo que nunca imaginó era que fuera ella quien le ignorara, iba caminando enfrente de todos, platicando con sus dos mejores amigos y no había girado a mirarle ni una sola vez.

— ¡Falta poco! –avisó girándose y sonriéndoles.

— Espero podamos volver a casa antes de que anochezca o mamá se enojara –escuchó a Finneas decir.

James juraba que había visto tristeza en sus ojos cuando la vio en el callejón, sin embargo, ahí estaba, sonriendo de nuevo; escondiendo sus emociones en una canción que solo ella podía oír. Rose se acercó a él y le dio un codazo, haciendo que mirara hacía arriba. El gran London Eye estaba acercándose cada vez mas o ellos se estaban acercando a este, el punto era que allí estaba, enorme, imponente, fascinante; y debía inclinar mucho su cabeza para poder contemplarlo en su totalidad.

— Joder, es enorme –exclamó Archie, mientras le daba una calada a su cigarro.

— ¿Alguna vez vinieron? –preguntó Alex, una vez que habían llegado a la base.

— No solemos hacer cosas de muggles –respondió Fred tímidamente.

— Tampoco yo, bueno si hago cosas de muggles, pero nunca vine aquí –explicó Alex–. Se que con algunos apenas he cruzado palabra, pero quería compartir esto con ustedes, como una travesura para celebrar las vacaciones. ¿Qué les parece?

— ¡Asombroso! –exclamaron Fred y Hugo.

Los primos Potter Weasley se miraron entre sí, fue como un acuerdo silencioso, todos aceptaron subir; incluso Rose. En el fondo morían de curiosidad de saber que se sentía. Todos habían volado en escoba alguna vez, pero aquello sería toda una aventura. Richie solo esperaba que no se hiciera tarde para volver a su casa, al igual que los gemelos Tate, él también tenía un horario para ir y volver.

Alex se encargó de comprar los boletos y los doce magos se adentraron a una de las cabinas junto a otras personas, mientras la estructura giraba lentamente y sin detenerse. De a poco, la enorme ciudad se iba abriendo paso a sus visiones y su cabina se elevaba más y más en el aire. Alex observaba de pie, con una canción de Twenty One Pilots ambientando la escena, no podía creer que al fin estuviera haciendo algo de turismo, que se animara a hacer lo que quería.

Who we are [James Sirius Potter]Where stories live. Discover now