CAPITULO 47

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When will I feel this
As vivid as it truly is
Fall in love in a single touch
And fall apart when it hurts too much.

Can we skip past near-death clichés
Where my heart restarts, as my life replays?
All I want is to flip a switch
Before something breaks that cannot be fixed.

Touch - Sleeping at Last

La primera semana de abril arrancó con todo, muchos estudiantes volvieron a sus rutinas diarias en el colegio y con la llegada de un nuevo mes, la primavera golpeó más fuerte que nunca. Las intensas lluvias cesaron y todo se había vuelto verde y resplandeciente. El sauce boxeador volvía a llenarse de largas hojas y sus raíces se extendían aún más fuertes. Aquella tarde los estudiantes de séptimo curso iban de regreso al castillo luego de dejar los invernaderos. Robyn, Alex, Shereen y Richie se dirigieron hacía el lago negro para armar un picnic y disfrutar de los últimos rayos del sol.

— No puedo creer que falte tan poco para finalizar las clases –suspiró Alex, mientras le daba una mordida a su manzana.

— Yo tampoco, eso me pone tan triste –suspiró Richie.

— Entonces, no hablemos de eso, aún nos quedan tres meses.

— Robyn tiene razón, chicos, ya habrá tiempo para ponernos locos –sonrió Shereen.

Su cabello caía suelto sobre su espalda, se veía tan feliz y relajada. Con ellos podía ser ella misma y se sentía segura, no era tímida o asustadiza como las primeras veces. Había ganado confianza y seguridad en sí misma, sin dudas extrañaría mucho esa parte de su vida. Hacer amigos verdaderos, ser feliz, aunque sea por un pequeño instante.

— Hey chicos, miren esto, tengo una gritarra –sonrió Archie, llegando junto a los demás.

Guitarra –corrigió Richie–. ¿De dónde sacaste eso?

— Es mía, se la iba a prestar a James –respondió Finneas, James y Freddie iban detrás de él.

— ¿Para qué quieres una guitarra James?

— Ah, Alex, tu novio quería cantarte una canción o algo así.

— ¡Archie! Se supone era una sorpresa –gruñó el pelinegro–. Gracias por tanto.

— Lo siento, James, mala mía.

James le quitó la guitarra y se la hecho al hombro, un poco enojado por la indiscreción de su mejor amigo. Mientras el resto se sentaba en el suelo, Alex se puso de pie y se acercó a su novio, tomándolo del brazo.

— Bueno, ahora quiero escuchar.

— Si, Jamie, queremos oírte –se burló Freddie, guiñándole el ojo con burla.

— Cállate –bufó avergonzado.

— Lo siento, pero es mi sorpresa –respondió la adolescente.

Acto seguido, comenzó a caminar hacía el castillo, mientras los demás protestaban y se burlaban al respecto. No obstante, no le dieron mucha importancia, últimamente se escabullían mucho y pasaban tiempo a solas. James y Alex habían hablado respecto a lo que sentían el uno por el otro de forma más íntima y confidencial. Ambos se deseaban y mucho y Alex realmente quería experimentar ese tipo de intimidad. Ninguno sabía que sucedería con su relación después de graduarse, no querían hablarlo, no aún. Solo estaban seguros de algo, el tiempo era ahora y querían aprovecharlo.

Encontraron una habitación en el sexto piso y se metieron adentro, era un espacio amplio y vacío, había un colchón en el suelo junto a unas sábanas y almohadas y la única iluminación eran unas velas flotantes. No estaba planeado, por lo que los tomó por sorpresa, ¿Quién había dejado eso allí? Alex se giró hacía James y sus mejillas se tornaron rojas. Ella había estado buscando un sitio en donde pudieran estar a solas, tranquilos, pero no quería ir a la sala común o a la torre de astronomía. Como fuera, no era lo que tenía mente, o quizá, solo quizás, inconscientemente si lo hizo. James se quitó la guitarra del hombro y miró con nerviosismo hacía su novia.

Who we are [James Sirius Potter]Where stories live. Discover now