CAPÍTULO 2

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Dylan Henderson

-Bueno señores, ha sido un gusto cerrar trato con ustedes, no se arrepentirán...- Dije mientras me ponía de pie y acomodaba mi saco, miro mi reloj de mano y me doy cuenta que faltan cinco minutos para la una de la tarde, justo a tiempo para ir por algo de comer, tomo mi teléfono del bolsillo de mi pantalón mientras me dirijo a mi oficina y llamo a mi padre, aunque él ya no esté al frente de la empresa le gusta estar al tanto de todo lo que sucede, por eso me gustaría informarle acerca de este maravilloso trato que a cabo de cerrar.

Al llegar a mi oficina tomo las llaves de mi auto, el cual mandé a cambiar con uno de mis sirvientes a casa, debido a que el que cargaba por la mañana no se veía muy bien después del dichoso accidente con aquella joven... aquella joven... vuelvo a pensar, ella se veía bastante enojada, pero pese a su enojo no se podía ocultar su belleza, me dio un poco de gracia el hecho de que desconfiara respecto a mi identificación con la tarjeta... por favor, ¿Quién no conoce mi apellido en esta ciudad? Y probablemente en otras también... se veía tan linda con esa mirada de desconcierto, su enojo sólo hacía que sus ojos se vieran muy verdes, con una mirada muy profunda, deslumbrante... Seguramente se impresionó en cuanto me vio, pensé.

Al salir de mi oficina me dirigí hasta la de mi secretaria.

-Señorita Johnson, voy a salir, durante este tiempo no quiero interrupciones, a las dos de la tarde estaré de vuelta. –Di media vuelta dispuesto a salir, pero me detuve y me dirigí una vez más hacia ella –Excepto si me busca una joven... amm... no tan alta, delgada, cabello largo ondulado, castaño claro y ojos verdes.

-Señor, ¿No podría ser más específico? ¿Un nombre tal vez...?

-La reconocerá, estoy seguro de ello, y si llega a llamar preguntado por mí, hablando del tema de su auto, por favor me pasa la llamada a mi número privado.

-Ok Señor, estaré al pendiente.

Una vez dicho aquello me retiré. Quedé de almorzar con mi padre para informarle como se llevó la junta y el maravilloso trato que acaba de cerrar, sin embargo, no podía tardarme tanto, me dispuse estar a las dos de la tarde de vuelta en la empresa, algo me decía que aquella chica volvería... Claro Dylan, arruinaste su auto, ¡Obvio que volverá! Me reprendí a mí mismo, aunque siendo sincero, el auto no era nuevo, se podía notar que ya tenía recorrido, yo de ella lo cambiaba por uno mejor.

Entro al lujoso restaurante que mi padre escogió y lo veo sentado en una de las mesas esperándome con un vaso de whisky en la mano. Me acerco y tomo asiento frente a él.

-Padre –Digo en forma de saludo.

-Buenas tardes hijo -Respondió –Cuéntame cómo ha ido todo... -Nuestra comida llegó, mi papá ya había hecho el pedido, empezamos a hablar y le conté lo bien que me había ido en la junta. Mi papá es muy controlador, pero ha sido un buen padre conmigo y con mi hermana. Hace cinco años, cuando me gradué en ingeniería con veinticuatro años de edad, me dispuse a continuar por un estudio superior, pero fue en ese instante cuando mi padre decidió retirarse del negocio de la empresa y dejarme a mí a cargo, entonces no me quedó más que hacer ambas cosas al mismo tiempo, desde ahí he estado en el puesto de presidencia. La empresa la llevo de maravilla, me va bastante bien, en esta y las demás sucursales que tenemos en distintos países, sin embargo, en algunas ocasiones he tenido conflictos con mi padre, como ya mencioné, él es muy controlador y quiere que todo se haga a su imagen y semejanza, es un hombre con carácter muy fuerte, yo heredé eso de él, cuando era un adolescente tuvimos muchos conflictos pero los pudimos superar gracias a mi madre, ella es el otro lado de la moneda, es un encanto, es una mujer muy dulce y complaciente, comprensiva y bondadosa. Por otro lado está mi hermana, Amber, tiene 22 años, ella siempre ha sido una mujer muy decidida, no le gusta dejarse de nadie, es fuerte pero muy sensible a la vez, al igual que mamá es muy bondadosa y gentil, ella y mamá son las mujeres de mi vida, de ahí en adelante no creo en el amor, no es que me haya marcado alguna experiencia en particular, pero he notado como muchas mujeres se acercan a mi sólo por el dinero, y bueno honestamente no he perdido las oportunidades que se me ofrecen, pero ninguna en especial me ha amarrado como para decir que creo en el amor, esas cosas para mí no existen, y la prueba de ello es mi vida, tengo todo lo que quiero, con eso todo está perfecto para mí...

-Felicidades hijo, me siento muy orgulloso de ti –Dijo mi padre una vez que terminé de contarle todo. –Pero, cambiando de tema, hay algo que quiero mencionarte...

- ¿Qué sucede papá?

- ¿Recuerdas aquella joven guapa que asistió al último evento benéfico? – Al ver mi cara de duda continuó hablando –Con quien te tomaste una foto, la hija de los Bramson...

-Oh claro, papá, la recuerdo, Irene... creo que ese es su nombre, ¿Qué sucede con ella?

-Bueno, a fin de mes llega de vacaciones con sus padres y me gustaría invitarlos a una cena en casa, sería bueno que asistas así te empiezas a relacionar con ella...

- ¿Qué insinúas padre? Sabes que no me relaciono con nadie, sabes que no me enamoro, no busco eso... -Dije un tanto irritado.

-Dylan, nadie ha hablado de amor, sólo te pido que la conozcas, que se hagan amigos, más adelante podrían intentar algo... ella sería un excelente partido, así hasta podríamos juntar las empresas...

-Claro, esto se trata de un negocio... –Dije con enojo- No lo sé papá, sabes que eso no está dentro de mis planes...

-Lo se hijo, pero piénsalo un poco, aún faltan tres semanas, a parte ella está muy ilusionada contigo... -Dijo con una mirada de picardía.

- ¿Cómo? ¿A qué te refieres? ¿Ya le han hablado de mí? –Solté con total enojo.

-Hijo, ¿Quién es que no te conoce?... pero bueno, estuve conversando su madre, Charlotte, le hablé un poco de ti y ella le ha hablado de ti a Irene, están encantadas... A parte ustedes se tomaron aquella foto en el evento, se veían bien juntos...

-Primero, esa foto fue por cortesía, como presidente de la empresa y uno de los principales organizadores del evento me tomé fotos con mucha gente, y segundo, no te voy negar que Irene es una mujer muy guapa, y evidentemente a ti lo que te interesa es su posición socioeconómica, podríamos charlar un poco pero no te prometo nada, tú sabes perfectamente como soy y sabes que me gusta mi vida tal y como está.

-Está bien hijo, piénsalo un poco, tu madre y yo nos encargamos de resto –Dijo mientras me guiñaba un ojo.

Le eché un vistazo al reloj y ya faltan cinco minutos para las dos de la tarde.

-Bueno padre, tengo asuntos pendientes que resolver, un gusto hablar contigo –Dicho eso me puse de pie dispuesto a irme.

-Adiós hijo, y ya sabes, sólo piénsalo un poco.

Sin más que decir di media vuelta y caminé fuera del restaurante hasta llegar al parqueadero en donde había dejado mi auto.

AMELIAWhere stories live. Discover now