CAPÍTULO 14

2.2K 107 1
                                    

Cuando me mudé desde Los Ángeles jamás se me cruzó por la mente la idea de volver a enamorarme, y aquí estaba, hecha un manojo de nervios por la llegada de mis padres. Mi semana transcurrió rápidamente, al fin había llegado jueves y estaba tan contenta como ansiosa por salir del trabajo, ver a mis padres y que conozcan a Dylan, solo esperaba que todo salga bien.

Todos estos días me había quedado a dormir con Dylan, excepto anoche ya que preferí ir al departamento y así dejar todo organizado para la cena con mis padres. La compañía de Dylan no podía ser más perfecta, además aquí en el trabajo me estaba yendo espléndido, Tom me caía muy bien, se había portado estupendamente bien, hemos tenido largas charlas, seguimos compartido algunos almuerzos y además hemos asistido a algunas juntas, resulta que es una buena persona, aunque Dylan no esté convencido de ello, afortunadamente no se han vuelto a encontrar y yo prefiero no nombrarlo, además gran parte del tiempo lo pasamos también con Emma, podría decir que entre los tres estamos cultivando una amistad.

Siento que esta semana no podría terminar de mejor forma, hoy por la mañana recibí una llamada de Joseph diciendo que tenía que hablar conmigo urgentemente y me pidió que almorzáramos juntos, como ya tenía planificado mi almuerzo con Dyaln fuimos los dos al encuentro con Joseph en el cual nos hizo saber de la propuesta de matrimonio que ha estado planificando para Emma y nos indicó lo que tendríamos que hacer para seguir con el plan, la noticia no pudo ser más extraordinaria, estoy segura que Emma se pondrá demasiado contenta.

La hora de la cena con mis papás se aproximaba y mis niveles de ansiedad aumentaban. Emma me estaba ayudando a terminar la cena, ella también estaría presente junto con Joseph, afortunadamente el momento de tensión lo compartiré con mi mejor amiga, eso de alguna manera lograba tranquilizarme, al menos un poco, y es que mis padres también conocerán a Joseph, ellos le tienen mucho cariño a Emma y la consideran parte de la familia.

Una hora más tarde escuché que tocaban la puerta y abrí con la seguridad de que sería Dylan ya que llegaría unos minutos antes y Joseph ya había llegado.

-Hola, bonita. -Fue lo primero que dijo al verme, se veía tan guapo a la vez que elegante y sexy, esta vez solo llevaba una camisa color celeste con las mangas un poco dobladas perfectamente hacia arriba, un pantalón azul oscuro y unos zapatos de vestir color café que combinaban perfectamente con su cinturón.

-Hola, guapo. - Dije a la vez que nos juntábamos en un corto beso.

Me hice a un lado para que pase y respectivamente lo hizo.

- ¿He llegado a tiempo? - Me preguntó.

-Perfectamente.

Saludó a Emma y a Joseph, intercambiamos conversación en el sofá por unos cortos minutos hasta que Emma y yo nos tuvimos que levantarnos a acomodar la mesa, sabíamos que mis padres no tardarían en llegar, y como era de esperarse la puerta sonó cuando estábamos terminando de acomodar todo. El momento había llegado.

Me dirigí hasta la puerta, la abrí, y ahí estaban ellos, mis adorados padres.

-Hija mía ¿Cómo estás? –Dijo mi papá efusivamente mientras se lanzaba a abrazarme. –Siento que han pasado años desde la última vez que te vi...

¿Qué puedo decir? Mi papá y yo siempre hemos sido muy cercanos, toda mi familia en realidad, pero entre papá y yo nos hemos confiado todo y nos llevamos de maravilla.

-Oh papá... me da tanto gusto verte, pero no ha sido tanto tiempo. –Nos soltamos del abrazo para ahora recibir el afectuoso abrazo de mi mamá.

-A ti también te he extrañado mucha mamá, no sabes cómo pienso en tus exquisitas comidas...-Dije riendo un poco.

AMELIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora