Jamás me podría cansar de despertar al lado de Dylan, sobre todo si es sábado y podíamos tomarnos el día, Clarice había salido a casa de una vieja amiga y no regresaría hasta la noche, así que entre los dos preparamos comida, además disfrutamos un poco de la piscina e hicimos maratón de películas, ya se aproximaba la noche y Dylan me estaba yendo a dejar a mi departamento, me había invitado a una cena en casa de sus padres, sin embargo tuve que negarme porque ya le había dado mi palabra a Emma para empezar a planificar juntas los detalles de su boda, a ambas nos entusiasmaba mucho todo lo que venía.
-Bueno amor mío, hemos llegado. –Dijo deteniendo el carro frente a mi edificio, se bajó y abrió mi puerta para que yo pueda bajar. -Me harás falta esta noche. –Dijo poniendo ojitos de gato manipulador, no pude evitar reír ante el acto. - ¿Seguro no puedes acompañarme?
-Mañana me tendrás toda para ti, lo prometo. - Dije dándole un corto beso. –Ya deberías ir a cambiarte, no se te vaya a ser muy tarde por mi culpa.
-Está bien, hermosa, hasta mañana.
-Hasta mañana, guapo.
Abrí mis ojos lentamente aún con la pereza invadiendo mi cuerpo, lo primero que hice fue tomar mi celular y me sorprendo al notar que solo faltaban 12 minutos para el medio día, sin pensarlo dos veces me levanté de la cama, y es que anoche nos quedamos hasta muy muy tarde conversando con Emma temas de la boda.
Revisé mis mensajes y llamadas, no había nada de Dylan, que extraño, a estas horas habitualmente ya me ha escrito ¿Será que se pasó de tragos anoche?, sin más rodeos lo llamé, no contestó, volví a llamar, no contestó, lo intenté una vez más y no tuve respuestas, sí... Seguramente se pasó de tragos, lo llamaré dentro de un rato.
Luego de intentar comunicarme con Dylan fui hasta el baño, cepillé mis dientes, lavé mi cara y luego salí de mi habitación, al salir me encuentré con Emma que al parecer también se había despertado hace poco y apenas estaba preparando algo de comer así que para terminar más rápido me sumé a la acción y entre las dos terminamos la comida.
Luego de comer, entre las dos ordenamos un poco el departamento, me di una ducha y cada una se dedicó a sus labores de la maestría y el trabajo pendiente.
El reloj ya marcaba las siete y media de la noche y aún no sabía nada de Dylan, no me respondía las llamadas ni los mensajes, esto ya empezaba a preocuparme. Intenté llamarlo varias veces más pero sólo me respondía su buzón de voz, volví a dejarle otro mensaje entre tantos que ya le había dejado, no entiendo que sucede, él siempre está al pendiente de mí y contesta rápido mis llamadas, algo no iba bien...
- ¿Sucede algo? –Dijo Emma sacándome de mis pensamientos.
- ¿Ah? No, si, no se...
-Te escucho ¿Que sucede? –Dijo Emma sabiendo que evidentemente algo pasaba.
-Es Dylan, no sé nada de él, hoy no me ha llamado en todo el día, no responde mis mensajes y no contesta mis llamadas, no quiero parecer intensa, pero tengo un raro presentimiento... –Dije con evidente preocupación.
- ¿Discutieron ayer?
-No, de hecho, todo estuvo de maravilla.
-Seguramente algo le pasó a su celular, ya verás que se comunicará contigo. –Me intentó dar consuelo.
-Es que Em, siento que algo no anda bien, tengo un mal presentimiento ¿Y si le sucedió algo?
-Hagamos algo, llámalo de mi celular, puede que sean problemas de conexión. -Dijo ofreciéndome su celular, lo tomé y marqué su número, otra vez no obtuve respuesta más que de su buzón de voz.
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AMELIA
RomanceA poco de haberse titulado como arquitecta, Amelia decide darle un giro a su vida e ir a realizar su máster a la gran ciudad de Nueva York, la nueva vida sonaba realmente encantadora, entre trabajar, estudiar y compartir con su mejor amiga Emma, nad...