AMELIA

CAPÍTULO 28

Varios meses atrás.

Sábado de cena con los Bramson.

Dylan Henderson.

Me encontraba en mi habitación terminando de acomodar mi corbata cuando alguien tocó la puerta.

-Adelante. - Contesté.

-Mi niño, Scarlet llamó, dejó dicho que no tarde en llegar. -Me habló Clarice.

-Gracias Clarice, por cierto ¿Esta corbata se ve bien? -Le pregunté.

-La corbata luce en usted. -Me dijo con ternura. - ¿Irá con la Señorita Amelia?

-No, no podrá acompañarme esta vez, organiza la boda de su mejor amiga. -Le conté, en realidad me habría encantado que vaya conmigo, Amelia me hace mejor persona, y sentía algo que nunca antes había sentido.

-Ambos son afortunados de tenerse, hacen una muy bella pareja. -Dijo Clarice.

-Gracias Clarice, siendo completamente sincero, yo nunca creí que diría esto, pero, creo que me enamoré, ella es todo lo que quiero para mí.

-Me da mucho gusto oírlo decir eso, me hace sentir orgullosa, tantos consejos valieron la pena. -Dijo riendo.

-Nunca dejaré de agradecértelo. -Me acerqué a ella y le ofrecí un tierno abrazo.

-Ya es hora de ir, no queremos que llegue tarde. -Me advirtió.

-Tienes razón, hasta luego Clarice. -Le di un dulce beso en la frente, tomé las llaves mi auto, mi celular y me enrumbé a casa de mis padres.

- ¡Hijo! Te estábamos esperando. -Me recibió con entusiasmo mi padre.

-Buenas noches. -Saludé a todos, Marc Bramson se encontraba junto a su esposa Rachel y su hija Irene, también estaban mi mamá y evidentemente mi papá.

-Toma asiento hijo. -Ofreció mi mamá.

Me acomodé en un sofá mientras tomaba un poco de whisky, los temas de conversación empezaron a surgir, como era de esperarse el tema principal giraba en torno a los negocios.

-Gracias a Dylan, Henderson Enterprises está catalogada como una de las mejores empresas a nivel mundial, es la primera vez que nos encontramos tan en alto. -Expresó mi papá con orgullo.

-Algo he escuchado de eso, felicidades Dylan, espero algún día podamos hacer negocios juntos. -Me dijo Marc.

-Por los negocios. -Dije en señal de brindis levantando mi vaso, todos imitaron mi movimiento mientas repetían la frase que había dicho.

-No pude tener mejor hijo, Marc, su madre y yo estamos muy orgulloso de él, a parte, es todo un galán, eso lo heredó de mí. -Alardeó mi padre entre risas.

-Gracias papá. -Respondí mostrando una falsa serenidad, su actitud me empezaba a molestar, tenía el presentimiento de que algo quería, que alardeara tanto de mí no era normal en él. -Necesito comentarte algo de la empresa ¿Me permites un momento?

-Por supuesto hijo, vamos. -Dijo poniéndose de pie, yo hice lo mismo. -En un momento regresamos.

- ¿Qué estás haciendo papá? -Le pregunté en cuanto cerré la puerta del estudio.

- ¿De qué? Solo soy un padre orgulloso. -Me contestó

- ¿Cuál es el truco? Ambos sabemos que usualmente no eres así.

-No hay truco hijo, simplemente me siento orgulloso de ti.

-Papá, no sigas con la farsa y dime de una vez que intentas conseguir. -Me empezaba a irritar su negación.