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Al despertar el domingo por la mañana, Olivia sintió cómo su estómago se revolvía. Podía recordar el rostro asustado y estupefacto de Harry. Aunque tiene ganas de golpear a Ron, es increíble que siendo su mejor amigo, no le creyera. Estuvo esperando a Potter toda la mañana, quería hablar con él.
Regulus y Olivia hablaron, antes de irse a sus salas comunes luego de la elección de campeones, y acordaron en que lo ayudarían a Harry en todas las pruebas que le sean posibles.
Podía sentir como su pierna se movía arriba y abajo, esperando a su mejor amigo.
— ¡Por Merlin!— exclamó en un susurro. Se levantó y salió por el retrato, se había hartado de esperar a Harry y decidió ir al gran comedor.
Mientras caminaba, podía sentir como le enviaban muy malas miradas a sus espaldas. Se sentía incómoda, pero también menospreciada, sólo porque ella apoyaba a Harry.
— ¡Lupin!— exclamó una voz a lo lejos, no se detuvo, sabía de quién provenía esa voz— ¡Olivia!
Caminó más rápido, no iba a detenerse por ese idiota, no cuando sabía que posiblemente la iba a molestar.
La agarró del brazo, y eso fue lo que detuvo la caminata de la castaña. Se giró a ver a la persona y rodó los ojos.
— Si vas a decir alguna estupidez, en base a Harry, puedes ahorrarte tu charla.— dijo— ¿Puedes soltarme?
La sonrisa del muchacho se esfumó, y luego negó con la cabeza.
— No, no quería hablar sobre Harry.— comentó— Es más, me parece genial que..
— ¿Genial?— preguntó— ¡Tiene catorce años!— bufó.
— Yo...— comenzó a titubear, ignorando lo que había dicho la castaña— Me preguntaba si... podríamos ir algún día a Hogsmeade, a pasear.— dijo, luego agregó—: ¡Claro si tú quieres!
Olivia suspiró, mientras se liberaba de su delicado agarre.
— Lo siento, Cedric, pero no.— se negó. Dicho eso se retiró, dejando al Hufflepuff en medio del pasillo pero este se dio cuenta que no se rendiría con la castaña.
Cuando Olivia llegó al Gran Comedor, observó que Harry ya había terminado de desayunar, Reg estaba sentado con los Gryffindor.
Se acercó a la mesa y se sentó al lado de Hermione, justo al frente de Regulus.
— ¡Te estuve esperando hace mucho rato en la sala común, Cornamenta!— exclamó Olivia— Buen día, Herms, Reggie.— saludó a los otros dos adolescentes.
