49. Aceilt Elytis

2.2K 244 144
                                    


ACEILT ELYTIS

Al siguiente día, luego de que las clases concluyeran, Olivia fue hacia la biblioteca con Regulus

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al siguiente día, luego de que las clases concluyeran, Olivia fue hacia la biblioteca con Regulus.

Y si, Regulus iba detrás de ella como un perrito detrás de su dueña. Tal vez eso era un poco irónico, gracias a su apodo.

Llegaron a las grandes puertas de la biblioteca pero antes, la castaña se detuvo y lo señaló con su dedo índice.

— Sin bromas, Pólux.— regañó— La última fue horrible y casi te vetan de por vida de la biblioteca.

Regulus rodó sus ojos, con exageración.

— Fue una pequeña broma.

— ¿Ah si?— pregunto levantando una ceja— ¿Y qué tal que hayas entrado aquí montado en Buckbeak?

— Eso...— murmuró el azabache— Sucedió la semana pasada, ya fue borrado de mi mente.

Olivia rodó los ojos con diversión, era imposible que tratara de mantener a Regulus a raya.

Saludaron a Madame Prince, quien con pocas ganas dejó pasar al Black, y se adentraron en los pasillos en busca de la extraña sección en busca del libro.

— ¿Qué libro buscamos?— preguntó el muchacho, revisando cada portada de libro que le llamara la atención.

— Se llama "La verdadera historia de los seres luminosos".— comentó Ollie, buscando a la autora.

— ¿Cómo sabes su nombre?

— Lo soñé.— mintió ella, era la primera vez que le mentía a él y se sentía horrible.

Pero pónganse en su lugar, ¡Regulus se volvería loco si ella le contaba! Conociendo al chico Black, buscaría la forma de encontrar al ex Ravenclaw.

Siguieron buscando, sin mucho éxito, hasta que un libro en un estante muy alto llamó la atención de Reggie.

— Oye, ¿es ese?— preguntó el chico a su novia. La Lupin se giró a verlo y achinó sus ojos para poder ver el lomo del libro en dónde se encontraba el nombre y apellido de la griega que buscaban.

— ¡Si!— exclamó con emoción, busco su varita pero suspiró al recordar que la había dejado con su bolso en la sala común— Dime que traes tu varita, Reg.

El azabache sonrió con inocencia, dando a entender que no la traía con él. Olivia se quejó con exasperación, ¿ahora cómo iban a bajar el maldito libro?

✓ WOUNDS, Golden Trio EraWhere stories live. Discover now