41. Always

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SIEMPRE

Quien diría que todo se iría al demonio desde el cuarto año

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Quien diría que todo se iría al demonio desde el cuarto año. Un intento de abuso, estar cerca del abusador casi todo un año de clases, ser torturada hasta un coma y mucho más.

Eso le había sucedido a Olivia Lupin en su cuarto año, buscaron por mar y tierra al muchacho que la torturó e intentó abusar de ella en el Mundial de Quidditch. Jamás dieron con él, o eso creen ellos.

Aleksander Volk estaba escondido en un lugar, no tan lejos de los verdes prados de Escocia. Esperando el momento en que, su supuesto amor verdadero, despertara de una vez.

Era un idiota; si. ¡Estaba completamente loco!; claramente. Desde el primer momento en que recibió la carta de que Olivia Lupin iba a ser su prometida (sólo por su poder), enloqueció y se obsesionó completamente con la dulce castaña.

Sabía que ella se sentía incómoda pero ¿qué podía hacer? Él había ingresado al estupido Hogwarts solo para intentar alejarla del idiota Black, cosa completamente imposible.

Cada día recibía noticias de San Mungo, había espías ahí dentro, vigilando cada movimiento sobre quien entraba y salía de la habitación de Olivia.

Obsesionado era una palabra muy fuerte, Volk diría que solo está sumamente cegado de amor.

Cofcofobsesióncofcof.

Estar oculto en un lugar donde no podían encontrarlo, tenía sus ventajas, pero no tanto como las que él imaginaba.

Pronto el karma le caería de cabeza, arrastrándolo para cobrarle el mismo favor que le hizo a la dulce adolescente.

(...)

Silencio: estado en el que no hay ningún ruido o no se oye ninguna voz.

Así se encontraba Grimmauld Place, ¿en dónde se encontraban todos? Estaban en San Mungo, habían recibido la alegre noticia de qué la dulce y hermosa adolescente estaba reaccionando.

Cuando llegó la carta a la casa, todos enloquecieron por completo. Bueno, Amaris estaba comenzando a aprender a caminar y todo estaba patas arriba, pero ese es otro tema que no se hablará mucho.

La familia se encontraba en la sala de espera de San Mungo, habían pasado varios meses, exactamente dos.

Remus movía su pierna arriba y abajo, logrando que Amaris comenzara a chillar de la risa, ya que la niña de un año y unos meses se encontraba ahí. Nadie quería que se fuera caminando y haga desastres.

Harry y Regulus habían crecido en estos meses, eran mucho más apuestos que antes, y tenían un aire parecido a sus padres en sus épocas de Hogwarts.

Sirius se encontraba hablando con toda persona que se le cruzara, tenía su libertad hace casi dos años, pero no salía mucho de su hogar por estar al tanto de la alocada niña Black.

Amaris balbuceaba, llamando la atención de varias personas que la observaban con ternura, y debemos aclarar que a la niña le encantaba la atención. Digna hija de un Black, aunque no fuera de sangre.

Un doctor se acercó a todos, los cuales se enderezaron rápidamente de donde estaban.

— ¿Familiares de la señorita Lupin?

— Aquí.— habló Remus, dándole a Harry la niña— Soy su padre.

El doctor lo observó y comenzó a comentarle todo lo sucedido, comidas y demás cosas a las que deberá recurrir a una pronta recuperación.

Mientras este seguía hablando, cierta castaña iba saliendo de la habitación donde estuvo todo este tiempo, iba con la ayuda de una enfermera.

Todos se giraron a verla, estaba un poco demacrada, pero se encontraba bien y con una sonrisa de oreja a oreja a ver a todos bien y a salvo. Especialmente a Harry quien había visto su tortura.

Harry y Regulus, junto con Amaris en sus brazos, corrieron a abrazarla de forma delicada. La tercer miembro de su grupo estaba bien y preparada para otro año.

Porque Olivia Lupin, siempre intentaría sobrevivir para sus seres queridos.

✓ WOUNDS, Golden Trio EraWhere stories live. Discover now