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Las inexistentes clases de Defensa Contra Las Artes Oscuras eran un chiste. Harry ganaba miles de castigos, y Olivia trataba de descifrar ese griego antiguo del libro de Aceilt.
Dolores Umbridge se había convertido en suma inquisitoria y había despedido a Trelawney, logrando que esta llorara desconsoladamente al escucharla. Ese sapo rosa era una basura de persona y Olivia la odiaba.
En cambio, Regulus estaba preparando una gran sorpresa para su novia. Sabía que ella estaba sintiéndose mal por no saber mucho y eso le consumía su energía.
Actualmente, la pareja iban encaminados a Cabeza de Puerco. Un bar maloliente y con gente extraña, un lugar que Hermione había decidido para la reunión que harían sin que Umbridge se entere.
La muchacha de cabello crespo, le había preguntado a Harry si este podía enseñar la materia que sería de Dolores, y este a duras penas aceptó. Logrando que la primera reunión, y para saber en dónde se harían las clases, se hiciera en ese bar.
— Si sabes que esto es extraño, ¿verdad?— preguntó la castaña, mientras intentaba no resbalarse con la nieve congelada del piso.
— ¿El qué?— consultó Regulus, observando a su novia. Ella iba colgada de su brazo, intentando que sus zapatillas no resbalaran por la nieve.
— Umbridge— dijo ella—, el libro en griego antiguo que es un dolor de cabeza...
Reggie sonrió con ternura, girando su cuerpo para tomar el rostro de su novia con ternura.
— No te preocupes, esa vieja arderá en el infierno— respondió—. Y sobre el libro, podremos descubrir que dice.
Olivia asintió, aún un poco preocupada, y se puso de puntas de pie para llegar a los labios de su novio. Este aceptó el dulce beso que ella le estaba otorgando y se separaron luego de unos minutos.
— Hay que entrar a ese bar— murmuró el Black—, es un asco.
— ¿Ya habías venido?
— Oh si, con Blaise— le sonrió nervioso—. Nos daba curiosidad y bueno... eso.
La risa nerviosa del muchacho le causó ternura a la castaña y solo negó con diversión, era obvio que iba a entrar con Blaise.
Empujaron la puerta del bar, recibiendo alguna que otra mala mirada de las personas que habían allí.
Regulus observó como un hombre se quedaba mirando a su novia y la acercó más a él.