Libro 1 Capítulo 10

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Caos, solo así podría definirse a los cuatro días previos al cumpleaños de las gemelas. Caos para los atareados sirvientes que estaban bajo la muy atenta mirada de la princesa Elizabeth, esta nunca dejaría la organización de su fiesta en manos de alguien más, y caos para todo nobles en la corte que debía buscar un regalo apropiado para las jóvenes en orden de complacer a su padre, el rey de Francia.

La semana, tanto en el palacio como en el pueblo, fue destinada a interminables celebraciones en honor a las muchachas, algo que ocurría por primera. El primer día, faltando cuatro para el cumpleaños de las princesas, hubo un gran desfile en el corazón de la ciudad y este terminó en las puertas de la corte donde Josette y su hermana lo presenciaron desde uno de los balcones. El segundo día, faltando tres para el cumpleaños, la corte real se vio repleta de artistas y estos mostraron a las jóvenes sus habilidades. Desde contorsionista a trovadores, Josette aplaudió a todos mientras que su hermana les ignoraba debido al aburrimiento. El tercer día, faltando dos para el cumpleaños, se realizó una gran caza en el bosque de la propiedad y la castaña, quien claramente no había asistido a la misma, se horrorizó cuando un Conde, pensando complacerla, le regaló la cabeza del ciervo al que habían matado. El cuarto día, donde ahora se encontraban, se trataba de un torneo de caballeros y, sin sorprender a Hope, más de la mitad ya habían peleado por el favor de la Delfina ahora que el rumor de querer casarse había alcanzado a toda Francia.

- ¡Sir Matt de la casa Donovan! -Un hombre, el mismo que llevaba gritando desde temprano en la mañana, informó mientras extendía frente a él un pergamino bastante maltratado donde tenía anotado los nombres de todos los participantes.

Un sirviente, uno que parecía no querer estar ahí, colgó el estandarte de la casa Donovan junto al de Sir Connor de la casa Moreau. Sir Connor, joven al que Hope había visto pavonearse estos últimos treinta minutos, había derribado a tres caballeros y, como todos los otros, había pedido el favor de la Delfina quien le otorgó una sonrisa amable antes de verlo vencer a sus rivales con una maestría envidiable.

- Una de mis tías, Elena Gilbert, salió con Sir Matt durante un tiempo -Josette, sentada junto a su hermana en el palco real, le comentó y ella, para evitar que el resto de los nobles a su lado escucharan, se acuclilló junto a la joven a pesar de su incómoda armadura- No terminó bien, guarda cierto rencor a la misma desde entonces -

La pelirroja levantó la cabeza para encontrar al hombre, notablemente mayor que los otros, aceptando el casco que su escudero le ofrecía a final. Este se montó sobre su caballo, una yegua marrón con manchas blancas, y luego agarró la lanza que el sirviente le tendía para que pudiera derribar a Sir Connor de su caballo.

- Se dice por ahí que los gustos de la Duquesa de Anjou son exquisitos -Hope vociferó en un tono neutro mientras todavía trataba de procesar que la tía de Josette, la famosa Duquesa de Anjou, había salido con un hombre sin gracia como Sir Matt de la horrible casa de los Donovan- No se debe creer todo lo se escucha, parece ser -

La Delfina de Francia se ahogó al tratar de reprimir una carcajada y la pelirroja, escudándola, no pudo evitar el esbozar una pequeña sonrisa a pesar de que Elizabeth, muy agresivamente, había volteado su rostro para descubrir lo que tanta gracia daba a su gemela. Era aquella la segunda vez, tal vez tercera, que Josette se reía durante el torneo y era la segunda vez, tal vez tercera, cuya causa era Hope.

- Lamento temer que Sir Connor decepcione a las damas de la corte si la vida le trata tan mal como a Sir Matt -Josette, solo cuando la gente en el palco dejó de prestarle atención, continuó hablando en voz baja mientras daba un fugaz vistazo al muchacho mientras este se alistaba sobre su elegante caballo.

Si solo fuera Hope -Hosie 1Where stories live. Discover now