Libro 1 Capítulo 37

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Elizabeth le dio un pequeño empujón, solo porque Hope se había burlado de ella hacía tan solo unos segundos atrás. Su extraña pero placentera relación se basaba en aquella dinámica; Lizzie hablaba, Hope proseguía a burlarse con intenciones que estaban lejos de ser ofensivas. Jamás iba a admitirlo en voz alta pero la hermana de la Delfina estaba muy lejos de ser una persona desagradable, incluso muy lejos de ser una persona que Hope pudiera odiar con facilidad. Se había, aquel primer día, equivocado con el análisis de esta; Elizabeth era más que vestidos y joyas.

Existían muchas cosas que no eran lo que Hope esperaba, cosas que jamás había esperado que ocurrieran durante su estadía en Francia; estadía que debía haber terminado a finales del mes de Marzo. Una de aquellas cosas, probablemente la principal, era el haber encontrado el amor en Francia; no solo en dicho país sino en una de las personas más representativa de este. Dicho sentimiento, que su querido padre de seguro consideraría sumamente penoso, la había llevado a hacer la única cosa de la que Hope siempre había estado segura que jamás haría; traicionar a su sagrada sangre, traicionar a su adorada familia. Otra de las extrañas cosas, que resultó una sorpresa, fue encontrar una cálida compañía en la hermana de Josette y en el prometido de esta; el arrogante pero atractivo marqués de Bretaña.

- ¿Qué crees de ello, Hope? -Le preguntó a la espera de que la pelirroja opinara de algo que claramente no había estado escuchando a causa de estar sumergida en otros pensamientos.

Llevaban tiempo llamándose por sus nombres, en especial durante aquellos momentos donde se encontraban solas. Frente a otras personas Hope debía mantener las apariencias, llamar a las princesas por sus meros nombres era algo que no estaba bien visto y por ende le prestó mayor cuidado cuando por error su lengua dejó salir la palabra "Josie" frente a un muy discreto sirviente que la semana pasada hacía la cama de la mencionada.

- ¿Disculpa? -Su expresión, suave como la de su madre, delataba el arrepentimiento de haber estado ignorándola por completo.

La única hija de los aclamados monarcas ingleses cepillaba a Perseo, la menor de las Saltzman le hacía algo de compañía.

Josie se encontraba con su madre realizando tareas relacionadas a la corona, la reina Caroline había pedido privacidad debido a que los asuntos eran de suma importancia para la educación de la joven princesa. Hope le compartió una mirada desolada pero al cabo de unos segundos le dio un pequeño asentimiento, despidiéndose de la castaña mientras le deseaba algo de suerte con el tan conocido y sufrible papeleo que en algunos años atrás su padre Niklaus la había ya obligado a comprender.

- A veces me pregunto la razón por la cual te considero una amiga -La chica de cabello dorado rodó los ojos, cruzando sus brazos a la altura de su pecho para adoptar una actitud petulante.

Ah, era esa misma la actitud por la cual Hope la había catalogado como una joven malcriada a los pocos días de conocerla. Más temprano a ello también la había considerado un pavo real, dueña de todos los rumores que circulaban por el pasillo de la corte. Hope era consciente de que si bien los sirvientes cotilleaban sobre todo mundo, inclusive Josie o el mismísimo rey de Francia, la mayoría de los rumores tenían como protagonista a la menor de las gemelas. Una parte de ella incluso estaba segura de que Elizabeth misma creaba gran parte de los rumores, tal vez porque le gustaba vivir en el centro de la atención.

- ¿Es eso lo que ahora somos? ¿Amigas? -Se burló tratando de contener la carcajada, pasando el cepillo por la suela del caballo.

Sí, no era noticia que la relación entre ambas se había visto progresando notablemente desde el primer encuentro. Dios bendito, Hope aún recuerda la forma en la que Elizabeth le tendió la mano para que le besara el dorso. Hope también recuerda que no había, en sus orbes celestes, indicio alguno de querer recordar su nombre en el siguiente minuto luego de eso; razón que la llevó a pensar que la princesa era una zopenca a la que no podía esperar para patear el trasero.

Si solo fuera Hope -Hosie 1Where stories live. Discover now