Libro 1 Capítulo 26

961 93 10
                                    




Francia

El chico daba vueltas por la pérgola del impoluto jardín, su paso bastante apresurado mientras iba y venía con la desesperación propia de elaborar un plan que lo sacara de la ruina en la que había caído. Miserable era la palabra más apropiada para su situación, si es que por lo menos debía ser honesto consigo mismo.

Había vuelto a Francia, tras casi dos semanas fuera de la corte, ayer poco antes de que el sol se pusiera. Josette, su futura esposa según lo que el rey Alaric le había prometido, parecía cada vez más distante.

Eran pocos, casi contados con los dedos de una sola mano, los momentos que habían pasado solos desde mediados de Abril cuando la Delfina había adoptado una actitud indiferente hacia su persona. Landon no recordaba el día exacto en el que había ocurrido este distanciamiento entre ambos, solo sabía que de un día a otro la castaña ya no compartía ni una miserable mirada en su dirección. No había risas, no había intención alguna de querer conocerle.

La verdad recaía en que lo único que Josette tenía ganas de conocer era a Hope, todo lo que tuviera que ver con la chica. El joven Lord no se había dado cuenta, estaba tan centrado en sí mismo que ni siquiera había podido recaer en que el corazón de su prometida estaba ya en otras manos muy lejos de ser las suyas.

- Parece estar ignorándome, como si de un momento a otro llegara a la conclusión de que no vale la pena gastar su tiempo en mi -Landon volvió a dar otra vuelta, deteniéndose a la altura de uno de los asombrosos pilares del lugar.

Sin mucha dificultad se podía apreciar la ansiedad emanando por cada uno de sus poros, su cabello revuelto tras varios ataques de inesperada frustración.

- Tal vez estás siendo algo dramático, ¿no lo crees? -

Los ojos de Rafael, sentado al borde de uno de los asientos del sitio, le habían perdido el ritmo hacía muchísimo tiempo atrás. En su defensa llevaban más de una hora platicando sobre lo mismo, estaba exhausto.

- Solíamos tomar largas caminatas por el jardín, de un día a otro ni siquiera compartimos más de dos minutos en una misma habitación -Comentó apoyando la palma de su mano en la escultura de mármol que estaba justo a su lado- ¿Es este un comportamiento propio del sexo femenino? -Preguntó luego de una corta reflexión, la curiosidad impregnada en el tono de voz- El querer ser perseguidas, objeto de deseo -Aclaró medio segundo después cuando la mirada del joven no transmitía más que plena confusión.

Landon Kirby compartía sangre con el moreno a causa de que el mismo era su medio hermano por parte de padre, quien pese a estar casado no dejaba de divertirse con una bella dama del pueblo que dos años más tarde le dio su primer y único hijo fuera del matrimonio; de ahí el término "bastardo" con el que se reconocía a Rafael.

- Deberías dejar de preocuparte, hermano -Aconsejó luego de reprimir la acción de rodar los ojos, acariciando su nuca con un cansancio que no iba a reconocer en voz alta. Landon podría ser su hermano pero al ser un hijo reconocido, cosa que Rafael no era, el mismo tenía un título superior al suyo por ende faltarle el respeto tan abiertamente podría traer consecuencias que el moreno no tenía ganas de descubrir- Creí que la Delfina ni siquiera te importaba -Se quitó la duda, frunciendo el ceño.

- ¿Por qué no iría a importarme? -

El joven Lord, que le estaba dando la espalda para poder así apreciar el paisaje frente a él, le dio una furtiva mirada por sobre su hombro.

Josette era una mujer hermosa, por sobre todas las cosas era una futura reina. Los hombres bien sabían lo que aquello implicaba, Landon Kirby no era idiota.

Si solo fuera Hope -Hosie 1Where stories live. Discover now