28.

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El abrazo no duró todo lo que me hubiera gustado, pero era suficiente para calentar mi frío corazón. Krypto despertó de su siesta y se unió a nosotras, la bola de pelos saltaba a mi al rededor, me agache a su altura para dejarlo olerme y conocerme. Me lambeteó la mano.

-Le gustas, voy a preparar más café porque el que trajiste quedó olvidado y frío- sonreímos.

-Él me gusta a mi también- tomé asiento nuevamente y la pequeña bola de pelos se acostó nuevamente a mis pies. Era reconfortante.

La vi moverse por su cocina, prendió la cafetera, esperó mirando la máquina hacer su magia, ninguna de las dos hablaba. 

Mi cabeza era un revolucionario en pie de guerra, mi objetivo era conquistarla. Y no no me creía Napoleón de golpe, solo quería que ella volviera a mi vida, eso era lo que más quería. Pero ya la había lastimado tanto en el pasado, que el miedo de volver hacerle daño me estremecía. Si mi padre o Jack llegaran a sospechar por un segundo lo que hacía Kara en mi interior, no tenía idea de lo que podría suceder.

El café estuvo listo, dejó las tazas sobre la mesa y volvió a tomar asiento en frente mío.

-Gracias- soplé buscando enfriar el elixir negro. -¿A Sam también la ves?- quería ir a terrenos un poco más sólidos antes de volver a estancarnos en el barro. 

Ella sonrió.

-Si claro, al año de que te fuiste me dieron el alta a mi, a Sam al poquito tiempo después, la última en salir fue Alex, le costó un poco más controlarse, Sam es abogada ahora- la miré sorprendida.

-¿Abogada?-

-Si, poco tiempo después descubrieron que en realidad no era mitómana, su trastorno es la bipolaridad, por eso veíamos esos cambios bruscos, lo bueno de eso, es que se puede tratar, y con pastillas si las toma regularmente, no tiene episodios, y es una abogada fabulosa-

-No sabes cuánto me alegro de que las tres tengan buenas vidas Kara, de verdad que me hace muy feliz-

-Costó un tiempo estar como nos ves hoy-

-Cuéntame por favor- quería saber todo lo que había pasado en estos cinco años, era como una necesidad, era llenar esas páginas vacías de capítulos titulados con cada uno de sus nombres.

-Te contaré lo que me pasó a mi... un poco al menos... a las chicas les preguntarás personalmente en algún momento- la idea de juntarnos las cuatro me parecía tan surrealista.

-Claro, no hay nada que quiera más que saber de ti...te dije, que lo único que deseaba es que fueras feliz- agaché la mirada, saber todo lo que había sufrido por mi culpa no fue lo mejor para mi estado, pero aquí estamos y debíamos continuar.

-Todavía estoy un poco en shock de haberte visto ahí parada la semana pasada, nunca esperé encontrarte nuevamente- sus palabras me escuecen. -No... no te lo tomes a mal Lena, pero todo este tiempo.... bueno, no importa-

-No, Kara sí importa, no temas lastimarme-

-Me costó muchísimo dejar de pensar en ti, y que había pasado con tu vida, fueron años sacándote de mi mente, y de pronto, estás ahí parada como dueña de una empresa, con otro apellido.... y no sabía ni que pensar-

-Oye te entiendo, odio mi nuevo apellido, y eso que el Luthor no es mi cosa preferida, pero odio ser la señora Spheer... no tuve opciones en eso tampoco... no he tenido opciones en nada realmente- sonreí irónicamente. -Pero por favor cuéntame algo de ti, dime que has sido feliz Kara- casi se lo supliqué, el nudo en la garganta había vuelto. 

Sus ojos me miraron de tal forma, que casi que le grito que aún la amaba.

-He tenido momentos felices en estos años, creo que la felicidad son momentos... yo que sé... -

Impulso - SupercorpWhere stories live. Discover now