40.

866 128 3
                                    

-Kara... me parece que es demasiado pronto para irme contigo, no quiero arruinar esto siendo el ser más pesado del universo- no había cosa que quisiera más que pasar cada segundo de mi vida a su lado, pero era demasiado para ella, no quería arrastrarla más todavía a la responsabilidad de tener que cuidarme.

-Pero, Lena déjame cuidarte, no entiendo... de verdad que para mi era obvio que te irías conmigo... no puedes ir a un hotel, necesitas estar quieta, que alguien te cuide, se preocupe por ti, todavía no estás curada... no lo entiendo- de verdad que la veía perdida.

-Cariño, entiende que no es por no ir contigo, lo que no quiero es sumarte más responsabilidades, estamos comenzando con algo, no quiero arruinarlo, entiéndeme- Kara ya caminaba por todo el cuarto, y yo comenzaba a ponerme nerviosa.

-¿Cómo quieres que te entienda? Parece que prefieres ir a estar sometida con tus padres, que estar conmigo- sus manos se cerraban, y gesticulaba.

-No Kara, no prefiero eso, por Dios... lo que no quiero es arrastrarte a toda esta mierda, ya te hundí lo suficiente, quiero que tengas una pareja normal, que te quiera bien, que no te comprometa a cuidarla porque la mataron a golpes-

-¿Me estás dejando afuera? ¿Me quieres de nuevo fuera de tu vida?... no puedo creerlo-

-No por Dios, estás entendiendo todo mal, quiero ser esa pareja normal, quiere tener una vida sana a tu lado, quiero quererte bien, no darte más problemas y quebraderos de cabeza, quiero todo contigo, pero sin lastimarte a cambio-

-Me estás lastimando ahora Lena- sus ojos brillaban, la conversación no estaba saliendo como me imaginaba.

-No Kara... me da miedo ¿ok? ¿qué puedo ofrecerte yo?, me da miedo irme contigo y despiertes una mañana y te preguntes qué carajo hiciste, y me tengas ahí incrustada y sin poder moverme, porque tengo tres costillas rotas y abras los ojos y no puedas sacarme de encima, tengo miedo de no ser suficiente para ti- las inseguridades de todos estos años de ser insuficiente no pasaban por alto en mi mente, y saber que ella casi se había casado hace un par de años no me estaba ayudando mentalmente. De verdad ¿que podía ofrecerle a alguien como ella?, que era un rayo de luz a todas horas, que era fuerte, que había aprendido de lo peor de la vida y había salido adelante. Yo no soy más que una cobarde que tuvo que esperar que casi la maten para que la vida cambie un poco.

-Lena, tengo años esperándote, sin saberlo, pero son años sin sentir lo que siento cuando estás a mi lado, son años soñando con enamorarme de nuevo de esta manera, solo tres veces sentí algo así en la vida, y da la casualidad que da las tres, dos son contigo- mi lágrimas ya caían por mi rostro.

-Tu sabes que yo también estoy locamente enamorada de ti, y que eres la única que me ha hecho sentir de esta manera, pero... ¿realmente has pensado en lo que te estás metiendo, en la case de vida que tendrás a mi lado?- parece que era el momento de hablar con toda la verdad.

-Nada me importa de lo que te rodea Lena, me importas tú, solo tú, y no concibo la idea de alejarme y perderte nuevamente, lo que no entiendes es que solo verte ya me hace feliz, me da calor en el alma, siento esta necesidad de cuidarte y protegerte de todo, y de todos... -sus lágrimas caían de sus ojos y de los míos.-Y se que tu vida ha sido una verdadera tortura, pero tienes que dejarme ayudarte, no puedes siempre querer pensar que es lo mejor para mí, porque lo mejor para mi lo decido yo, y hoy tu eres lo mejor para mi, y debes entenderlo de una vez-

-Sam me dijo que estuviste a punto de casarte una vez... - quedó estática mirándome profundamente, ok si estaba siendo una imbécil, pero no podía sacarme eso de la cabeza, realmente me costaba ver algo que yo pudiera hacer bien para hacerla feliz. -Y se que no debería afectarme porque es tu pasado, pero no puedo dejar de pensar que tu te mereces casarte y formar una familia, y no se si yo puedo ofrecerte algo así Kara- mis lágrimas no paraban de caer. Ella volvió a caminar por toda la habitación.

-Necesito salir un momento- y se fue, ¿qué había hecho?, mi cabeza era un caos monumental, no podía creer lo que estaba pasando, definitivamente era autodestructiva.

La puerta se abrió nuevamente, no habían pasado ni tres minutos de su salida.

-No puedo hacer esto Lena, no puedo de verdad... no se como hacer para que entiendas que te amo, maldita sea te amo, y esta no era la forma en la que quería decírtelo, quería que fuera con flores o alguna cursilería de mierda, pero te amo carajo y tienes que dejar que te ame, tienes que dejarme entrar a tu vida, tienes que darme la maldita posibilidad de demostrarte que me importa un carajo una boda, o una familia, lo único que me importa es que me dejes estar a tu lado- el corazón se me salteó todos los latidos posible, y al carajo mis costillas, me había dicho que me amaba, me paré de la camilla y la abrace, la apreté a mi cuerpo como pude.

-Dios te amo tanto...perdóname... no te alejes nunca- miré sus ojos, sus labios, sus mejillas mojadas por mi culpa, y era tan malditamente hermosa, nos acercamos lentamente y sus manos se perdieron en mi cuello, y nos besamos, y volvimos a besarnos, y nos besamos un poco más, hasta que terminó ella sentada en la camilla y yo a horcajadas con mis piernas alrededor de su cintura, sus manos se perdían por mi espalda sosteniéndome en el lugar, las mías recorrían su cuello, su mandíbula, sus mejillas, quería recorrerla más, mucho más, necesitaba el alta ya mismo.

Nos separamos unos centímetros, nuestras frentes quedaron unidas.

-Es difícil para mi aceptar que quieres amarme..- le susurré sobre sus labios.

-Lo se cariño, se que es difícil, pero quiero que veas que estoy aquí, que no me he ido a ningún lado y que no tengo pensado hacerlo, pero tienes que dejarme- acaricié su rostro, mientras el verde y el azul de nuestras miradas chocaban.

-Te dejaré, pero sigo pensando en que irme a tu casa es demasiado- la sostuve para que no quiera alejarse.

-Ok, voy a intentar ponerme en tu lugar, y si puede ser muy pronto para una relación normal, pero ahora ponte en mi lugar, ¿qué harías tú, si la persona a la que amas tiene que estar dos semanas de reposo absoluto, con cuidados y la única alternativa viable son sus padres que le han dado más de cien golpizas en su vida? dime, ¿estarías bien con eso?-

-No obvio que no estaría bien con eso.. pero shh.. déjame terminar- interrumpí su casi grito de victoria- pero no es como imagino que debería ser, esto es impuesto, es obligatorio, y no quiero que te sientas obligada a estar conmigo porque es la única alternativa-

-Dios Lena, eres tan frustrante, nadie me está obligando, quiero despertarme todos los malditos días contigo a mi lado, quiero que miremos películas todas las noches, que nos riamos de cualquier tontería que haga la otra, que nos peleemos por los gustos del helado, por la última porción de pizza, que nos acompañemos- no había forma de no amarla eternamente, pero su idea de nuestra relación era demasiado normal, y nada había sido normal o cotidiano en mi vida. Acaricié una de sus mejillas con devoción, le di un pequeño beso en sus labios.

-Nada me gustaría más que todo eso que acabas de decir, pero no será permanente, me iré contigo esta dos semanas, te dejaré cuidarme, y una vez que esté recuperada, me ayudarás a buscarme mi propio lugar-

-Es suficiente para mí- 

Impulso - SupercorpWhere stories live. Discover now