Impulso - Supercorp

Epílogo

Las vueltas de la vida nunca han dejado de sorprenderme, si alguna vez alguien me hubiera dicho que estar internada en un psiquiátrico por un impulso desesperado de terminar con mi vida, hubiera concluido en la vida que tengo hoy, seguramente nunca lo habría creído. La vida son impulsos me dijo una vez hace años un psicólogo, y no lo entendí del todo en ese momento, pero hoy después de tantos años lo comprendí. Impulsos desesperados por cambiar las cosas, impulsos que pensamos y nunca concretamos, impulsos de alegría que nos empujan a reaccionar. En fin eso... Impulsos.

Y así por un impulso nuestra familia se agrandó, Lori lleva ya dos años con nosotras, la adoptamos cuando tenía un año, había sido abandonada por su familia, era la cosita más hermosa y cariñosa que existía, su pelo es castaño y tiene unos ojazos color miel que te paralizan. Por suerte su personalidad cada día se parece más a la de Kara, es puro corazón.

-Mamá, dile a mami Kara que me deje jugar con Krypto- se subió sobre mis piernas, Kara estaba desde hace dos horas intentando bañar a la bola peluda, y era imposible que se quedara quieto con Lori jugando alrededor.

-Porque mejor, no dejamos que mami bañe a Krypto y tu y yo hacemos este rompecabezas- mientras Kara siempre es la de los juegos físicos yo busco estimular más su mente, nos complementamos siempre dice mi esposa.

Nos casamos también por un impulso, cuando Andrea dio el si con Gayle hace cuatro años, no quisimos pasar más tiempo sin formalizar, y a la semana con una pequeña boda con los más cercanos y en el jardín de nuestra casa nos casamos. Ese día y el día de la adopción pelean el podio como el momento más feliz de mi vida.

Nos quedamos armando el rompecabezas mientras Kara terminaba de pelear con Krypto, no faltaron los sobresaltos en nuestra vida, Lilian nunca más se recuperó y es día de hoy seis años después que todavía está internada en un psiquiátrico, no asimila la realidad y se construyó un mundo imaginario, donde aún es la esposa del poderoso Lionel Luthor. La visito una vez al mes, aunque ya casi ni me reconoce, o finge no saber quien soy.

-Terminé- Kara apareció mojada de pies a cabeza, y Krypto a su espalda mojaba todo con sus sacudidas. Lori rio y bajó de mis piernas para correr con Kara, quien la levantó y la hizo girar por el aire. -Me baño y nos vamos ¿si?-

-Claro- ella pasó por mi lado, besó mis labios y desapareció. Lori volvió a su trabajo conmigo.

Hoy era domingo y ninguna de las dos trabajaba, llevaríamos a Lori a la casa de Sam y Clark para que juegue con sus primos, si esos dos habían terminado juntos, después de que Sam diera un millón de vueltas terminó aceptando de que siempre había estado enamorada de Clark, y el par tuvo dos hijos que tenían la edad similar a Lori.

Pero no todo había sido tan color de rosa, hace tres años un día como cualquier otro, me llamaron desde la cárcel, Jack apuñaló a Lionel dentro de la prisión, mi ex marido mató a mi padre como venganza, no sentí nada al enterarme, nada de nada, colgué el teléfono y llame a Kara para informarle, lamentablemente tenía que hacerme responsable del cuerpo, así que le velaron en solitario en la capilla de la cárcel, no asistió nadie, ni yo. Y lo enterraron en un cementerio público. Ni siquiera sabía dónde estaba su cuerpo. Por supuesto a Jack le dieron prisión perpetua, ni en mis momentos más retorcidos hubiera imaginado que ellos dos terminarían aliviando más mi vida.

Dos pájaros de un tiro dijo Alex cuando se enteró, ella ha sido la hermana que nunca tuve, siempre se ha preocupado por absolutamente todo y nunca me ha dejado sola, hasta cuando hubo peleas tontas con Kara, Alex me defendía a mi, su vida ha sido altibajos, estuvo comprometida pero no funcionó, de ahí que pelea con sus propios fantasmas, y es la tía más perfecta que Lori podría tener, se desvive por la pequeña.

-¿Vamos?- Kara salió de la ducha vestida de jean y una remera blanca sencilla, todavía podía cortarme la respiración verla tan sexy.

-Estás hermosa-

-Tú estás hermosa- nos abrazamos, hasta que una pequeña entrometida se metió en el medio. -Tú también eres hermosa mi monstruo- Kara levanto a Lori y la unió al abrazo.

Dejamos a Lori en la casa de sus tíos, y nos fuimos directo a cumplir con un compromiso que habíamos establecido tácitamente años atrás.

Estacionamos el auto y bajamos las dos, hombro con hombro, Kara llevaba un arreglo floral en sus manos, caminamos en silencio, hasta que llegamos a su lápida. Cada año en el aniversario de su muerte yo acompañaba a Kara.

-Hola Imra- como cada vez ella la saludaba mientras dejaba las flores.

Siempre le contábamos lo que había pasado en el año, y terminamos agradeciendo que de alguna manera nos había juntado a las dos para hacernos felices.

Luego de un rato sentadas hablando y riendo mientras recordamos cada anécdota importante del año, nos levantamos del piso y tomadas de la mano regresamos a lo que era nuestra maravillosa vida.

Porque sí, ahora mi vida era completamente un sueño, y de los buenos.

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Ahora si terminamos... no me queda más que agradecerles por cada uno de los comentarios, lo votos, y más que nada por leer esta historia llena de altibajos...

Ya más o menos ronda otra idea por mi cabeza, así que espero nos reencontremos pronto...

GRACIAS