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Seguí besándola todo el tiempo que me fue posible, mis manos recorrieron cada parte de su cuerpo que estaba disponible, ella era tan hermosa, más hermosa que tiempo atrás, los años no solo le han sentado de maravilla a su cuerpo, sino que también a su forma de ver la vida. Sus manos también me recorrieron pero con más suavidad, Kara se encargó de erizar cada parte de mi piel, cada poro reaccionó a sus dedos, sus labios besaban mi mandíbula, y mi cuello, los suspiros y gemidos salían de mi sin control.

-Oh Dios, no... lo siento... no- una voz externa a la nuestra nos hizo separar automáticamente, Kara saltó de la cama y quedó parada en un segundo, el color de su rostro era rojo furioso, y su mirada no se despegaba del piso. La enfermera nos miraba con tanta vergüenza que no pude más que carcajear, las lágrimas de la risa caían por mi rostro, no era algo que pudiera controlar, estaba feliz, y me importaba muy poco lo que la profesional había visto. -Lo siento, vuelvo en unos minutos- y se fue.

-Deja de reírte Lena, Dios que vergüenza, si tarda diez minutos más no se en que nos encuentra- Kara volvió a acostarse a mi lado, el tono rojo de su rostro todavía estaba ahí.

-No lo se, pero te aseguro que no se va a olvidar muy rápido de lo que acaba de ver-

-Bueno tampoco fue para tanto, solo eran unos besos-

-¿No fue para tanto dices?, estaba gimiendo como actriz porno Kara, mientras tú pasabas tu lengua por mi cuello- otra ronda de risas vino a mi cuerpo, pero esta vez ella se río conmigo.

-No me lo recuerdes, ni siquiera escuché la puerta abrirse-

-Debemos pedirle que no diga nada- la conciencia volvía a mi, nadie podía enterarse de lo que pasaba entre nosotras.

No por ahora.

-Lo sé, no te preocupes después hablo con ella- Kara volvió a girarse, y yo hice lo mismo, nuevamente quedamos de frente, su manos acariciaba mi mejilla. -Quiero tanto hacer el amor contigo nuevamente-

-Y yo, no te das una idea cuanto-

-Pero menos mal que entró, no estás lista todavía, las costillas necesitan recuperarse, no puedes pasar por ese esfuerzo- dios que frustrante que era esto.

-No voy a poder aguantar dos semanas si me besas de esa forma-

-Es que ahora que estás divorciada, lo único que pasa por mi mente es besarte, y seguir besándote hasta desgastarte los labios-

Nuestros cuerpos volvieron a acercarse cual imanes, y los besos dieron rienda suelta otra vez, me sentía feliz, completa, su calor me volvía loca, estaba desesperada por sacarle toda la ropa y hacerle el amor arriba de la incómoda camilla.

-No... no de nuevo- oh oh, la enferma había vuelto. Kara esta vez no se paró, escondió su rostro en mi cuello, y no salió de allí, yo no podía respirar de la risa que había entrado a mi cuerpo de nuevo.

-Lo siento, lo siento, es mi culpa, esta mujer es mi debilidad- me excuse entre risas, no me importaba nada, nada en la vida podía arruinar la alegría que sentía en estos momentos. Kara levantó su rostro de mi pecho, y estabilizó su respiración.

-Lo sentimos mucho de verdad, parecemos adolescentes- la enferma al fin sonrió, era una chica joven, no debía tener más de 24 años.

-Está bien, solo que no pueden continuar con esto, señora Spheer- la interrumpí.

-No soy más Spheer, estoy divorciada, llámame Lena por favor- la enferma volvió a sonreír, seguramente se había enterado todo lo que pasaba en mi vida por la prensa.

-Muy bien, Lena no pueden hacer esto, tu cuerpo necesita recuperarse, te operaron hace muy poco tiempo- mientras nos retaba iba chequeando el suero, y administrando los remedios que debía tomar.

Kara estaba parada a un costado viendo como la joven hacía su trabajo.

-Le prometo que no haré nada fuera de lugar, estoy muriendo de vergüenza ahora mismo- la enferma la miró y también le sonrió.

-Solo contrólense un poco más, por un par de besos no pasa nada, pero no pueden ir más allá- yo volví a reír

-Dios, deja de reír, esto es incómodo- la joven se unió a mi riendo.

-Ya las voy a dejar, vuelvo en unas horas para chequearte, y contrólense- salió del cuarto.

-Cielo, voy a ir a hablar con ella, así nos quedamos tranquilas, y luego tu y yo debemos hablar también-

Kara desapareció de la habitación, mi respiración seguía agitada de la risa, no sentía dolor, era tanta la alegría y la paz que sentía en estos momentos que nada me importaba, todo lo que quería en la vida era a esa mujer que acaba de salir, estaba preparada para dar pelea a cualquier cosa con tal de no dejarla ir nuevamente, no podía perderla de nuevo, y realmente esperaba que ella esté en el mismo lugar que yo.

A los minutos Kara volvió con comida para las dos.

-Bueno hora de comer- ella dejó lo que me había comprado, comida china, sobre mis piernas en una bandeja, mientras tomaba asiento a mi lado en la silla con su cajita de comida.

-Está delicioso, ¿Cómo te fue con la enfermera?-

-Si, muy rico... y la enfermera se llama Jess es su primer mes trabajando aquí, y sabía toda tu historia, la vio por la tele, le explique los motivos por los que nadie podía saber lo que había visto, y me aseguró que nunca diría nada... y le creí, así que no deberíamos de preocuparnos- asentí.

Teníamos que hablar de nosotras, necesitaba saber cómo íbamos a seguir de ahora en adelante, pero no sabía como empezar la conversación, mis nervios ya comenzaban a notarse, y por supuesto no pasaban desapercibidos para ella.

-¿Qué te preocupa?-

-¿Porqué me conoces tanto?-

-Eres un libro abierto para mi Lena, desde que te conocí que me dediqué en silencio a reconocer cada cosa tuya, recuerdo que en el psiquiátrico pasaba horas mirándote y tú ni te enterabas-

-¿De verdad?- ella carcajeó.

-Si, en esos cuatro meses te calaste en lo más profundo de mi alma cariño, me tenías perdida con tus ojos verdes brillantes, tu mandíbula afilada, por momentos me sentía arrastrada a tu lado, y tenía tantas ganas de besarte, después pasaba horas peleando con la culpa y el resto es historia conocida-

-¿Cómo nunca me di cuenta?-

-Porque me encargaba de alejarte todo lo que podía-

-Dos idiotas-

Las dos volvimos a reír. Kara retiró la bandeja de la cama, tiró los restos de la comida a la basura y se acercó nuevamente.

-¿Puedo acostarme a tu lado?-

-Eso no se pregunta, nada quiero más que tenerte entre mis brazos- no perdió más tiempo, se descalzó, y subió a la cama, pero esta vez se metió debajo del edredón y nos tapó a las dos. Me coloqué sobre su pecho, ella acariciaba mi espalda lentamente.

-Entonces, ¿Qué te preocupa?- no lo dejó pasar. -No creas que me olvidé que hay algo en tu mente que está dando vueltas, puedo escuchar los engranajes de tu cerebro desde aquí- me apreté más a su cuerpo.

-Nosotras... quiero decir, que haremos, como seguiremos de ahora en adelante, sabes que no será fácil... y no lo sé, eres todo lo que me importa Kara- no podía acomodar mis pensamientos, no quería ponerla en una situación incómoda, si bien sabía que ella no me dejaría a mi suerte, todavía no lograba conciliar conmigo misma el hecho de arrastrarla a todos los problemas que tenía en la vida. 

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Vienen un par de caps un poco más soft, para cortar con la tortura... ya no queda mucho para el final... gracias por lo comentarios y los votos!...

Espero que tengan un gran finde!! 

Besos :)


Impulso - SupercorpWhere stories live. Discover now