El libro prohibido de BNHA (+18)

◕ Dabi ◕ [ESPECIAL]

im horny so let's write something.

okno, es broma.

esto inicialmente iba a ser con Hawks y la historia iba a ser ligeramente distinta pero... meh, al final me he decido por dabi.

perdón por no actualizar, ahhh, estas últimas semanas no he tenido la fuerza de entrar a wattpad kqifksf.

pd, no está revisado. puede haber errores ortográficos qkdld.

...

—Ten cuidado con ese de ahí, es un depredador.

Dabi intentó golpear a su compañera de piso, pero ella se apartó con habilidad y le sacó el dedo corazón. La actual y nueva novia del joven se limitó a reír y a acariciarle coquetamente el pecho.

—Lo sé —ronroneó la otra fémina.

Dabi le sonrió de medio lado y, besándose apasionadamente, él empezó a deslizar sus manos por las curvas de su anatomía.

La compañera de piso, dejando ir un sonido que mostró su desagrado, se dirigió a su habitación.

—¡Al menos iros de aquí si lo hacéis! —gritó antes de cerrar la puerta.

Se sentó en la cama y encendió el ordenador, intentando ignorar el sentimiento amargo que le quemaba el pecho y la hacía enfurecer.

—Estoy bien, ¿por qué me molesto? Es su vida y hace lo que quiere —murmuró—. A mí solo me jode que tenga que escucharlos gemir mientras destrozan la cama —añadió entrando en el documento que tenía compartido con un compañero de clase—. No es la primera vez, pero sí con personas distintas.

Al lado, la novia de Dabi se rio, dejando ir poco después un débil gemido. Oyó a su compañero decir algo y proceder a besarla. Ella, tratando de centrarse en sus deberes y no en sus bocas haciendo contacto, gruñó y alcanzó los auriculares.

—Solo es el ruido —se convenció.

La música empezó a reproducirse, pero ese sentimiento no desapareció.

.

Ella y Dabi se llevaban bien, se podría decir que tenían una relación fraternal de hermana y hermano. Sin embargo, no era así como ellos se sentían.

Se enfadaban día sí y día también, se lanzaban cuchillos si tenía la oportunidad. Se molestaban, se sonsacaban las cosas más insignificantes, nunca se ponían de acuerdo. Y, aparentemente, ninguno de los dos no sabía por qué eso sucedía. Las únicas personas que eran capaces de comprender su relación eran las continúas y esporádicas novias de Dabi. Ellas eran las que veían la titánica y espectacular tensión sexual que había entre ellos; se miraban con una pasión y ardor que las descolocaba, que las hacía dudar, que las hacía inseguras, porque, aunque ella y Dabi parecían odiarse, estaban siempre cuidando del otro, asegurándose de que todo estaba bien, de que no habían sufrido ningún daño. Y Dabi era el que normalmente miraba a su compañera con unos ojos penetrantes y hambrientos, admirando su figura, deteniéndose en su trasero y en su pecho, a veces haciéndole cosquillas intencionadamente para sentir el calor de su cuerpo.

Sin embargo, por alguna razón, aunque las novias de Dabi rompían con él porque no podían soportar el hecho de sentirse usadas —pues notaban que Dabi solo salía y tenía con ellas para dar celos—, el chico y ella no mantenían relaciones y tampoco empezaban una relación.

Y es que ellas no sabían que ya lo había hecho: una vez en una fiesta en la facultad, borrachos, cedieron a sus instintos más primarios y no tardaron mucho en abalanzarse sobre el otro para hacer el amor como si no hubiera un mañana.