El libro prohibido de BNHA (+18)

SHOTA AIZAWA [ESPECIAL]

TW: alumna (25) y
profesor (34)

los sentimientos de shota son tan confusos LWKFJQJEJA

bueno ya me juzgaréis

lo siguiente ya es izuku tóxico

disculpen e ignoren las faltas ortográficas wkdkqjdj

palabras: 8 782

finalizado: 13/08/2022

°°°

—Quiero tener sexo contigo.

Shota era un hombre muy frustrado sexualmente; no podría decir exactamente cuándo fue la última vez que se acostó con una mujer. ¿Tres, cuatro, cinco meses?

Y que ahora ella le estuviera sugiriendo una solución a uno de sus más desesperados problemas, con su camisa a desabrochar, la tira de su sujetador en proceso de deslizarse por su hombro y sus manos sobre su cuerpo caliente que necesitaba estímulos como ese, no ponía las cosas fáciles a los valores morales del profesor.

HORAS ANTES

Ella nunca se esperó tener la oportunidad de volver a verlo en persona, de hablar con él y estar cerca suyo. Esos pensamientos (que eran más bien fantasías) quedaban apartados y empujados al fondo de su cabeza.

Sin embargo, ahí estaba él, con sus mismas ojeras y su misma barba de pocos días, bebiendo de su vaso y revisando la hora en el reloj de pared de ese bar en una noche de fiesta.

Su héroe.

—¿Estás bien?

La chica despertó de su ensoñación, espabilándose, y esa sonrisa embobada se convirtió en su sonrisa habitual.

—A lo mejor estoy algo cansada —le contestó a su amiga.

—¿Ya? Querida, ¡aún no es medianoche! 

Ella no pudo volver a concentrarse en la conversación que sus compañeros de universidad estaban teniendo.

¿A qué debe dedicarse ahora? ¿Sigue ayudando a los demás? ¿Tendrá pareja? ¿Cómo habrá estado? ¿Se acordará de mí?

La joven removió la comida de su plato con un suspiro melancólico. Sabía que él no podría acordarse de la muchacha, porque ¿cómo iba a hacerlo cuando ella solo fue una de las muchas víctimas que socorrió ese día?

Aún así, tenía la esperanza...

Vació el contenido de su bebida de un tirón.

—¿Alguien quiere que consiga algo más? Voy a pedir —anunció.

Después de tomar nota de todo lo que el dijeron, salió de la habitación y se dirigió a fuera para tomar el aire y después volver a entrar.

La noche era fría, pero, de alguna forma, también parecía acogedora. Las luces tenues iluminando la calle, las risas de los transeúntes animando el ambiente... Le recordó a esa noche de hacía ya cinco años.

Recordó los brazos fuertes de Shota arropando su cuerpo para que no le entrara frío, sus palabras tranquilizadoras para que no le entrara miedo, y recordó toque delicado y gentil para que no se asustara.

Alguien salió del bar y se puso a su lado a observar también a las personas pasajeras. La muchacha se sonrojó y lo miró de soslayo. Seguía igual que antes; puede que más cansado.