◕ Keigo Takami ◕ [ESPECIAL]

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no sabía si publicar esto porque el final es algo

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no sabía si publicar esto porque el final es algo... apresurado¿ no sabía cómo darle sentido, así que lo he hecho como me ha salido. NO SÉ, VALE? 

palabras: 8254

finalizado: 3/01/2022 (qué raro ha sido escribir 2022)

°°°

Había llorado cada noche desde que tenía dieciséis años. Se había acostumbrado a ahogarse para que no supieran que se hundía en sus penas, a taparse la boca y dejar que todo su cuerpo temblara para poder esconder los sollozos; prefería cerrar los ojos y retorcerse en la cama, a que le doliera la mandíbula de tanto usar pañuelos, a intentar parar, no poder y rendirse, antes que pedir ayuda.

La asistencia de las cucharas frías, la manzanilla o el té era suficiente para la joven. Mientras pudiera esconder la hinchazón en su rostro por haber derramado lágrimas hasta que la luna se escondió, a ella le servía.

¿Y quién era el causante de todas sus desgracias? Sería erróneo referirse al culpable en singular, pues fueron múltiples las personas que terminaron por romperle el corazón. A ella, sin embargo, no le gustaba usar el término 'corazón roto', ya que este era muy pasteloso y literario. Pero era la mejor forma de describir su situación a los diecisiete, veintidós y veinticinco años.

Ahora, en ese bar conocido por ser la concentración de jóvenes en busca de una noche loca y pasional, la muchacha se preguntaba cómo había logrado acabar en ese lugar en vez de estar descansando para el día siguiente ir a trabajar en sus mismas condiciones. Se podría decir que su decadencia comenzó a los dieciséis, cuando se enamoró de un chico de su clase y este, un año después, la engañó con la chica que él mismo dijo que era su amiga. Ella, no obstante, no perdió la fe en el amor.

—Solo soy una cría —se había dicho mientras se miraba al espejo y se daba cuenta de lo hinchados que tenía los ojos y lo corrido que estaba el rímel—. Solo soy una cría —se repitió en ese entonces, desolada.

La ruptura del primer amor es el que más duele.

El segundo vino dos años más tarde, siendo ella ya una adulta. La muchacha pensó que en la universidad todo sería distinto, que ellos habrían cambiado, que habrían madurado. Se equivocó. Ellos no habían cambiado, no habían madurado. La segunda relación terminó a los veintitrés, cinco años después de haberla comenzado.

El libro prohibido de BNHA (+18)Where stories live. Discover now