Capítulo 16: That Harry...Is Your Mum

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Severus se presentó de nuevo en Prince Hall, e inmediatamente se quitó el glamour ignorando el tic de los labios de Narcissa. A quien le divertía su nuevo aspecto temporal, Narcissa no veía a los policías con frecuencia. A veces se aventuraba en la sección muggle del mundo, para ir de compras, pero eso era sólo en Francia. Severus, por su parte, le dirigió una mirada inexpresiva, antes de que su mirada se posara en el niño dormido. Se alegró de ver que el niño seguía muerto para el mundo. Sin embargo, le sorprendió mucho no ver a Draco con ella, Narcissa y Lucius no se fiaban de mucha gente.

-¿Dónde está Draco?- preguntó Severus en voz baja, mientras tomaba asiento en el borde de la cama de Harry, bastante grande.

-Está recibiendo clases particulares, Gavin ha empezado a enseñarle esta semana, parece que Draco lo está haciendo muy bien hasta ahora- dijo Narcissa a modo de explicación. Ahora mismo solo era su 'ABC' y '123' por el momento. Pasaría otro año, tal vez dos, antes de que comenzara las clases de latín, español e italiano, así como las de matemáticas e inglés, que incluirían la escritura, que la mayoría de los niños disfrutaban, pues les encantaba inventar historias cortas. Probablemente también aprendería algo de magia, antes de entrar en Hogwarts. Con una madre y un padre mágicos, las autoridades nunca sabrían que Draco estaba aprendiendo magia fuera de Hogwarts. No, sólo dependía de los padres cumplir con las reglas tácitas, que de hecho la mayoría no cumplía.

-¿Cuánto tiempo?- preguntó Severus con indiferencia, ahora tenía un hijo que cuidar él mismo, así que tenía bastante curiosidad por saberlo todo. Severus no era un hombre que considerara nada sin tener todos los datos. De todos modos, pensaba investigar a fondo, sin importar lo que dijera Narcissa.

-Para empezar sólo dos horas cada día, de lunes a viernes, en unos meses las horas aumentarán a cuatro, y luego seis horas en medio año-, dijo Narcissa, así había sido para ella y para Lucius. Permite que los niños se acostumbren al nuevo horario, así como a su tutor.

-Ya veo-, dijo Severus asintiendo a su comprensión, entonces era muy parecido al mundo muggle. Aunque empezaban a asistir a la Guardería a los cuatro años, acostumbrándose a estar sin sus padres, antes de empezar la Primaria. En su mayor parte seguía sin decidir qué hacer con la educación de Harry. Si tenía un tutor no había duda de que prosperaría mejor, y aprendería más de lo que podría en una escuela muggle. Las escuelas primarias muggles tenían unos treinta alumnos por cada profesor. Los niños se perdían fácilmente entre las grietas. También estaba el hecho de que la magia de Harry sería bastante extraña, al menos durante unos años. La magia había mantenido a Harry con vida, y el resto atado, una vez libre... se iba a necesitar mucha paciencia. Sin duda la reparación de daños también, él sabía lo explosiva que podía ser la magia accidental.

-¿Ya se ha despertado, Severus?- preguntó Narcissa mientras marcaba la página donde había leído por última vez y cerraba su libro. Lo colocó en su bolso antes de mirar a Severus con cariño, era un buen hombre, definitivamente la mejor elección de padrino. No es que ella hubiera permitido a nadie más. A Severus le gustaba pensar que no era bueno con los niños, pero lo era, sólo que la enseñanza le resultaba desagradable. O más bien encontraba todo el asunto desagradable. Se preguntó qué cambios se producirían en su amigo, ahora que no daba clases y tenía un hijo que criar. Su actitud tendría que cambiar; Lucius había cambiado, la primera vez que había sostenido a su hijo ella había visto ese amor brillar con fuerza. Sin embargo, él había estado nervioso, ella también, habían sido bastante jóvenes, todavía lo eran de hecho. Dado que su propio padre, Abraxas, no había sido del tipo paternal, no era de extrañar que Lucius tuviera miedo de meter la pata. Al final, Lucius estaba siendo el padre que siempre había querido que fuera el suyo.

-Sí, muy brevemente, la pocion calmante que le di fue demasiado efectiva-, dijo Severus con ironía, con la esperanza de que eso no volviera a suceder.

THE VOW AND ITS CONSEQUENCES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora