Epílogo.

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~3 años después~

—Keith, ven acá— gritó Tamara entre risas.

Seguí haciendo el papeleo mientras escuchaba todo y reía levemente.

—Papi— dijo Keith mientras entraba a mi oficina.

—¡Hey!— respondí mientras me levantaba y corría hacia él para levantarlo en brazos —¿En dónde esta mami?

—Allá— dijo señalando fuera de la oficina.

Tomé asiento, me acerqué a la mesa y lo senté en mis piernas.

—¿Quieres hacer papeleo conmigo?— reí mientras le daba una pluma.

Le acerqué una hoja que no me servía y él comenzó a rayarla.

—Escribe tu nombre ahí— señalé la hoja.

Keith solo me miró y yo reí.

—Se escribe así— escribí "Keith" en su hoja —Esta es una "K" luego una "e", "i", "t" y "h"— deletree mientras señalaba cada letra.

Con su pluma trazo muchas cosas mientras reía.

—Escribe Keith.

—No, papi.

—¿Qué vas a hacer entonces?

—Mmm, dibujal— dijo él.

—¿Qué vas a dibujar?

—A ti.

—¿A mi?

—Si— tomó mi lápiz y dibujo.

—Eso esta lindo.

—¿Te gusta?

—Si—asentí mientras acariciaba su cabello.

—¡La niñera llegó!— gritó Tamara.

—¿Quien llego?— le pregunté a Keith.

—Losie— respondió él.

—¿Rosie?

—Si.

—Vamos con mamá.

Lo bajé y acomodé mi corbata.

Keith salió corriendo, tomé de mi cajón varios obsequios y luego salí.

Tamara estaba con la niñera y ella tenía a Keith sentado en sus pierna.

—Buenas tardes, señor Ryder— me saludo Rosie.

—Buenas tardes, Rosie— sonreí.

—¿Cuales son los planes?

—Iremos a cenar y tal vez a bailar y tomar un poco— reí levemente.

—Suena genial, Señor Ryder.

—¿Y a ti te gustan los planes?— miré a Tamara y ella asintió.

—No pierdan tiempo, señor y señora Ryder. Yo cuidaré de Keith muy bien y regresen a la hora que quieran. Si algo pasa los llamo.

—Muchas gracias, linda— dijo Tamara mientras se levantaba y me tomaba de la mano.

—Diviertanse.

Ambos salimos, abrí la puerta del auto para ella, subió, cerré la puerta y rodee el auto para luego subir al asiento copiloto y encender el motor.

—Te ves muy guapo— se acercó a mi y beso mi mejilla.

—Tu estas hermosa— Sonreí —Muero por ver que llevas abajo.

—¿Abajo de mi saco o abajo de mi vestido?

—¿Tienes algo especial debajo del vestido?

—Yo diría que si.

—Entonces me gustaría saber ambas, que hay debajo del saco y del vestido.

—En el restaurante verás el vestido— rió levemente.

—¿Y lo de abajo?

—En casa.

—Esta bien— Sonreí mientras me acercaba a ella para besar sus labios cortamente.

—Mirada al frente— susurró sobre mis labios entonces reí levemente e hice lo que ella pidió mientras tenía una mano en el volante y otra en su pierna.

Conduje por varios minutos mas hasta que finalmentente llegamos al restaurante.

Bajé del auto y le abrí la puerta, ella me tomó del brazo y entramos, dije que tenía reservación y nos llevaron a nuestra mesa.

—Es hermoso— sonrió.

—¿Te gusta?

—Me encanta— asintió.

—Me alegra que sea así— sonreí y retire su silla, ella se quitó el saco, yo lo puse en el perchero que había cerca y luego la miré.

Ella dio una vuelta para mi mientras reía.

—Perfecta— sonreí mientras la miraba de pies a cabeza —¿En serio eres mi esposa?

—Si, toda tuya— sonrió.

Me acerqué a ella y la abrace rodeando su cintura con fuerza.

—Hoy son 6 años— me interrumpió.

—Y 3 meses— dijo ella.

—Wow— dije entre risas —Es mucho tiempo.

—Demasiado— asintió.

Coloqué mis labios en su cuello mientras seguía sosteniéndola de la cintura.

—¿Eres feliz?

—Mucho— Sonreí.

—¿Si?

—Pues claro— me alejé de su cuello y la mire —Estoy casado contigo, una maravillosa mujer, tenemos a Keith quien es un niño grandioso. Tenemos también una linda casa, empleos y no lo se. Todo en mi vida es perfecto, no podría desear nada mas. Y soy verdaderamente feliz, en serio.

—Yo también soy muy feliz— admitió mientras sonreía.

—¿Si?

—Si— ella asintió mientras acariciaba mi pecho.

—6 años y 3 meses hoy... ¿Crees qué podamos ir por mas?

—Por supuesto— dijo obvia.

-¿Cuánto tiempo mas, Tamara Ryder?- le pregunté al oído.

—Hasta el fin de los tiempos— sonreí ampliamente cuando escuché esa respuesta.

—¿No vas a cansarte de mi?

—No podría cansarme de ti, Logan Ryder.

—¿Sigues enamorada de tu jefe?

—Sigo profunda, loca y perdidamente enamorada de mi jefe.

—Eso es bueno, muy bueno— respondí mientras me acercaba a sus labios para besarlos de una lenta pero apasionada forma.

Fin.

-Vagc98.

"Enamorada de mi jefe"Where stories live. Discover now