Conduje hasta el hotel, bajamos del auto y subimos a nuestra habitación del hotel para luego comenzar a arreglarnos lo mas rápido posible.
—¿Logan?— lo llamé suavemente.
—¿Si?
—No estoy muy segura acerca de como luzco— salí del baño y fui hasta donde él estaba.
Sus ojos se posaron en mi y me examinaron de pies a cabeza.
—¿Y bien?— pregunté mientras lo miraba.
—Serás la chica mas bella de toda la fiesta— sonrió.
—¿En serio lo crees?— me acerqué mas a él.
Sonrió ampliamente y asintió.
—100% seguro, Tamara.
—Gracias. Tu también luces excelente.
—Muchas gracias— rió —¿Lista para irnos?
—Si— asentí.
Me ofreció su brazo y lo tomé sin dudarlo.
Salimos un tanto rápido del hotel y subimos a la limusina que nos esperaba.
—Cuanto glamour— reí.
—Tenemos que vernos lujosos y elegantes— me guiñó.
—Y así es justo como lucimos— me acerqué a él y besé su mejilla.
Tomó mi mano y entrelazamos nuestros dedos. Se sentía tan bien pero al mismo tiempo tan mal. No eramos nada... nada mas que amigos y compañeros de trabajo.
Minutos después llegamos hasta el lugar en donde era el evento. Había muchas cámaras e inclusive una alfombra roja.
—Estoy nerviosa— lo miré.
—Descuida, yo te tengo— me miró y sonrió —No tienes nada de que preocuparte.
El chófer abrió la puerta y con mucho cuidado y delicadeza bajé de la limusina. Apenas bajé varios destellos me cegaron, intente posar para las cámaras y sonreír sin embargo las luces eran demasiado brillante. Sentí la mano de Logan en mi cintura y protegió mis ojos con la otra.
Comenzamos a caminar en la alfombra juntos.
—Señor Ryder— lo llamó una de las reporteras entonces nos acercamos a ella —Buenas noches, señor. Luce impresionante.
—Muchas gracias— sonrió él.
—¿Es esta bella señorita su pareja?
—No— me miró —Ella es la maravillosa Tamara Edwins, mi asistente.
—Luce muy linda, Señorita Edwins.
—Muchas gracias— respondí amablemente —Ese color se te ve muy bien— la señalé.
—Muchas gracias. ¿Qué se siente tener el periódico mas conocido en muchas partes y el mas vendido en New York?
—Honestamente es increíble. El NY times tiene un increíble equipo y todos estamos muy felices de ser tan populares— rió él —Es bueno saber que mantenemos viva la tradición de leer el periódico en la mañana con un buen café y sobre todo leer historias que nos sirven para informarnos. Es bueno y estamos sumamente felices.
—Muchos años de trabajo están siendo compensados.
—Si, totalmente.
—¿Diría que las ventas son buenas?
—Como siempre— lo miré hablar y sonreí cuando él lo hizo también.
—Esta bien, muchas gracias, Señor Ryder. Que tenga una muy buena noche.
