~Hola, soy Valeria
Primero que nada; muchas gracias por los votos y por su espera. Lamento tanto la demora. Salí de vacacaciones y al regresar mi laptop se descompuso (Sigue descompuesta) pero por suerte mande los archivos a mi misma en facebook así que salve lo que ya llevaba y aquí lo tienen. Muchas gracias por esperar y por leer~
(......)
Entró a su apartamento, encendió las luces y entré después de él.
Su casa era muy hermosa, masculina, lujosa y elegante.
—Tienes un apartamento impresionante— sonreí.
—Gracias— sonrió mientras me miraba —Te llevaré a la habitación, puedes tomar una ducha o solo ponerte algo más cómodo y luego te doy un pequeño recorrido.
—Está bien, gracias— lo miré —Por todo.
—No tienes nada que agradecer. Tú harías lo mismo por mí.
—Si— sonreí.
Caminamos por el pasillo, abrió la puerta de una habitación y dejó mis maletas en la esquina de esa habitación.
—Es una muy linda habitación.
—Nuevamente gracias— sonrió —en esa puerta está el baño— señaló.
—Preferiría dormir en el sofá, Logan.
—Por supuesto que no— rió.
—No me agrada la idea de que todavía que estoy en tu casa te haga dormir en el sofá.
—Podemos compartir la cama si no te molesta.
—No me molesta— negué con la cabeza.
—Entonces podemos dormir ambos en la cama.
—Sí.
Caminó hasta la puerta, se quitó el blazzer y lo dejó en el perchero para luego salir.
Suspire, tomé mi maleta, la abrí y me puse mi pijama para luego desmaquillarme y atar mi cabello en una cola de caballo alta.
Salí de la habitación, lo vi sentado en el sofá viendo la televisión. Solo estaba usando un short deportivo.
Apreté mis labios con fuerza y me acerqué al sofá.
—Hey— sonrió —¿Más cómoda?
—Sí— asentí —Y tú también —reí leve.
—Puedo ponerme una camisa si te incomoda o algo como eso.
—Es tu casa— reí —usa lo que gustes.
—Bien— sonrió y me miro —¿Quieres ver algo?, ¿tal vez cenar? O…
—No soy de cenar, siendo honesta pero si tu quieres cenar puedo prepararte algo.
—No, yo tampoco suelo cenar— rió.
—Entonces creo que podemos ver algo. Aun no tengo sueño.
—Sí, ven aquí— palmeó el lugar del sofá a su lado.
Me acerque a él y tomé asiento entonces.
Él rodeó mis hombros con su brazo sin dejar de ver la televisión.
—¡Friends!— dije emocionada al ver la programación.
—¿Te gusta?— me miró sonriente.
—Me encanta— reí.
—Es genial.
—¡Lo sé!— seleccionó el programa y entonces comenzó.
Ambos cantamos la intro tontamente mientras decíamos los nombres de los actores como el presentador. Fue genial.
Vimos varios capítulos entre comentarios, bromas y risas. Fue más divertido que todas las demás veces que yo lo vi sola.
Después de varias horas comencé a sentir sueño entonces me dormí ahí mismo, sin decir nada.
