—¿Qué vas a querer?
—Sexo en la playa— rió y solo negué con la cabeza luego de rodar los ojos.
—Lo que ella dijo y un Martini— el bar man asintió entonces comenzó a preparar las bebidas.
Señaló el banco de su lado y entonces tomé asiento.
—En cuanto termine esto me iré con mis amigos, ¿sí?
—Si eso quieres— me miró para luego relamerse los labios.
—Eso no funciona conmigo— reí.
—¿No?— dijo mientras acercaba su rostro al mío.
Me acerqué al igual que él, nuestras narices se rozaron entonces me voltee para tomar de mi bebida.
—Maldita.
—Fácil— lo miré y sonreí.
—Tienes que admitir que te gusto un poco.
—No— reí.
—¿Eres lesbiana?
—No, no soy lesbiana. Simplemente no me gusta lo fácil como tú.
—¿Te metes con casados o con novias?
—No— negué con la cabeza —Eres muy cerrado— lo miré.
—Tu eres la cerrada— acarició mi pierna entre risas y yo no pude evitar reír igual.
—Eres un cerdo.
—Puedo ser lo que quieras que sea— me miró.
—No eres Noah, ni eres Ryan Gosling así que cierra la boca— reí por su mala interpretación.
—¿Por qué eres tan difícil?
—¿Qué querías?— reí.
—Sexo— me miró sonriente.
Terminé mi bebida con un trago largo y luego me fui al sofá en donde estaba Erin y sus amigos.
—Hola, soy Tamara— sonreí mientras saludaba a todos con la mano.
—Soy Matthew— lo miré detrás de mí y rodeo mis hombros con su brazo —¿Quién de aquí es Erin?
—Yo— dijo Erin divertida mientras levantaba la mano.
—Que belleza— le sonrió.
—Gracias— dijo ella y yo solo rodee los ojos.
—No te pongas celosa, cariño— besó mi mejilla.
Erin rió y yo solo quité su brazo de mis hombros.
—¿Por qué no puedes solo cerrar la boca?
—No me gusta— sonrió y luego miró a Erin —Querida y hermosa, Erin.
—¿Si?— dijo ella nuevamente muy divertida.
—¿Podrías decirle a esta mujer que baile conmigo?— me señaló.
—Querida— me miró —Baila con éste hombre —lo tomó del rostro y él me miró haciendo puchero.
—Una canción.
—Una— afirmo él.
Caminamos hasta la pista, sonaba “Drunk in love” de Beyoncé y Jay Z en remix con Kanye West.
Me tomó de la cintura y me acercó a si, rodee su cuello con mis brazo y comencé a mover mi cadera contra él.
—Bailas bien— sonrió.
—Eso trato— me separé de él y moví la cintura. Su mirada recorrió todo mi cuerpo lo cual hizo que me sintiera un poco… digamos “necesitada”
Me hizo girar, me tomó de las caderas mientras yo las movía de un lado a otro.
Si, estaba caliente.
—Eres hermosa— susurró en mi oído y mordí mi labio inferior para que ningún sonido saliera de mi boca.
Sí, me refería a un gemido.
Sentí como sus labios besaron mí nunca y como luego estaban en cuello. Dio un beso en el y luego lo mordió con fuerza. Me voltee, lo miré con la poca dignidad que tenía y fingí estar molesta.
—Eso dolió.
—Eso te excitó— me corrigió él.
Algo más sexy que su rostro y cuerpo era la seguridad que se tenía y como decía todo lo que pensaba sin importarle una mierda.
—Vamos al Empire.
—No— lo miré con el ceño fruncido.
—Tienes razón, es algo corriente— me acercó a él —The Quin.
Ese era un lugar muy elegante y lindo, 5 estrellas. Nunca había estado ahí….¿Qué mierda estas diciendo… pensando, o lo que sea, Tamara?
—No.
—5 estrellas, Tammy. ¿Qué más quieres?
—Yo— me interrumpió.
—¿Four seasons? o ¿The Lowell?— me miró – A dónde quieras.
—No es por el lugar— me acerqué más a él para luego susurrarle en el oído —El sexo casual no es lo mío.
—¿Cuántos años tienes sin sexo?—me miró —Por favor dime que no eres virgen.
—No, no lo soy. Y tengo 6 años sin sexo— miré hacia los lados verificando que nadie me hubiera escuchado.
—¡6 PUTOS AÑOS!— grito él entonces lo tome de la corbata y lo hice ponerse a mi altura.
—Cierra la boca.
—Grr— gruñó el mientras miraba como sostenía su corbata.
—Idiota.
—6 años, Tammy. Te quiero hacer un favor.
—No lo necesito, estoy bien. Y no vas a llegar a nada conmigo así que— me besó.
Siguió besándome y no correspondí pero tampoco me aleje, simplemente no hice nada. Su lengua entró en mi boca y el beso se turnó más intenso entonces lo seguí, sus manos se colocaron en mi cintura, bajaron hasta mis caderas y las acarició entonces me separé de él y lo mire.
—Four seasons.
—Eres costosa— sonrió.
—Cállate— reí mientras lo tomaba de la mano y caminaba hasta el elevador con él.
Subimos al elevador, pedimos un taxi y este nos llevó al hotel “Four seasons” el cual era uno de los mejores de NY.
Nos registramos en recepción, subimos a nuestra habitación y bueno…solo paso.
