Capítulo 27.

67.6K 3.4K 138
                                    

Desperté y eran las 12 pm, Erin ya no estaba y maldije bajo. Se supone que le haría el desayuno y esas cosas.

—Aun puedo limpiar un poco— dije levantando los hombros al salir de la cama.

Me arreglé un poco y limpie la casa que en si no estaba muy sucia para mi suerte.

Después de terminar mis deberes comí algo mientras me sentaba en el sofá a ver la televisión. Esto era aburrido.

Tomé mi celular y llame a Erin.

—Hola, señortita

—Hola— sonreí —¿Qué tal el trabajo?

—Bien, los niños están tomando siesta.

—Eso es bueno, podemos hablar.

—¿Estas aburrida?— rió.

—Demasiado.

—Llama a Matthew, él siempre esta disponible.

—Buena idea, tal vez pueda hacerme compañía.

—Bebé te llamo mas tarde, debo acompañar a uno de mis nenes al baño— rió.

—Adelante.

La llamada se finalizó y entonces comencé a revisar mis contactos buscando el nombre de "Matthew"

Cuando mi dedo estuvo a punto de dar clic en ese nombre mi pantalla se iluminó con unas grandes letras que decían "Logan Grey" seguido por el número.

—¡Jesus!— dije un tanto espantada para luego ignorar la llamada.

La imagen de mis contactos volvió entonces llamé a Matthew.

—¿Hola?

—Hola, Matthew— sonreí.

—¿A qué se debe esta llamada?— rió —Es raro.

—No seas ridículo.

—Matthew Foley no es ridículo.

—Si, si, si. Como digas— reí —Resulta ser que estoy sola y aburrida así que quiero que vengas a hacerme compañía.

—Eso sonó tan sexual.

—¿Qué?— reí —Claro que no. Bueno, tal vez un poquito. Las palabras si.

—De haberlo dicho con otro tono entonces si— rió un tanto fuerte.

—No te burles y dime que opinas— hice puchero a pesar de que el ni siquiera me veía.

—Hermano termina la llamada, la junta esta por empezar. La señorita Reynolds me dijo que ya están en el elevador— escuché la voz de Logan decir.

—En cuanto termine esto voy, ¿si?

—Esta bien, no hay problema. Yo espero.

(...)

Habían pasado 3 horas, hacen unos minutos acababa de recibir un mensaje de Matthew diciendo que no podría venir así que seguía en el sofá viendo la televisión. Escuché la puerta abrirse entonces me sentí aliviada.

—¡Dios mío, Erin!— dije mientras me levantaba del sofá —Este día si que fue...— lo miré boquiabierta —aburrido...— terminé de hablar y lo vi cruzar ambos brazos sobre su pecho.

—¿Es en serio, Edwins?

—¿Qué haces aquí?

—¿Cómo esta eso de que renunciaste?— dijo molesto.

—¿Cómo entraste?

—No vamos a llegar a ningún lado si contestas mis preguntas con más preguntas.

—¿Qué se supone que diga?— levanté los hombros —Sólo renuncié.

—¿Por qué?

—Porque no me necesitan, Tiffany volvió y se que ella necesita su asistente pero yo no quiero ese puesto.

—¿En serio es por el puesto?— preguntó un poco mas relajado.

¿Por qué los hombres son tan idiotas?
Dicen que las mujeres somos complicadas cuando ellos son un maldito enigma.

—Tamara...— insistió cuando no obtuvo respuesta alguna de mi parte.

—No, Logan, no fue por el maldito puesto. Fue por ti— lo miré.

—¿Por mi?

¿Era estúpido o se hacía?

—Si.

—No tenías porque renunciar.

—Claro que si. No me necesitan.

—Yo te necesito.

—Ni siquiera habías hablado conmigo, Logan.

—Yo se que no pero...— lo interrumpí.

—Pero nada, ¿Quién era la chica de ayer?

—¿Tamara, estas celosa?— rodee los ojos.

—No respondas mis preguntas con mas preguntas— él rió leve y comenzó a acercarse a mi.

—No tienes porque preocuparte.

—Es más alta que yo.

—¿Qué hay con eso?— rió mientras me tomaba del rostro y me obligaba a verlo.

—Tiene piernas larga.

—No me gustan sus piernas, descuida.

—Pero son de super modelo.

—No interesa, yo se de unas piernas que no son no muy largas ni tan cortas pero pueden rodear mi cadera...— lo interrumpí.

—¡Logan!— reí ruborizada.

—¿Te quedó el saco?

—A la perfección— reí mientras nerviosamente rascaba mi nuca.

—Es bueno recordar cosas.

RECORDAR.

—Espera...

—¿Qué?—:respondió mientras me miraba.

—Lo recuerdas.

—Por supuesto que lo recuerdo.

—No estabas ebrio— sonreí.

—No, no lo estaba pero como peleamos y tu mencionaste el alcohol decidí usar esa excusa.

—Yo si estaba un poco ebria.

—Lo sé— rió.

—Pero no mucho, recuerdo todo perfectamente.

—¿En serio?

—Así es— asentí.

Me atrajó a si y me abrazó con fuerza.

Sus manos entraron por debajo de mi blusa, sentí sus dedos en mi espalda y escalofríos recorrieron mi cuerpo entero. Lo vi sonreír levemente y luego comenzó a "trazar" en mi espalda.

"¿"

"Recuerdas"

"Algo"

"Así"

"?"

—Por supuesto— respondí.

—Bueno, resulta ser que ya puedo decirlo.

—¿2 palabras?

—5 letras— me miró fijamente a los ojos —Te amo.

Sonreí ampliamente y rodee su cuello con los brazos.

—Y yo te amo a ti— le di un dulce y corto beso en lo labios.

"Enamorada de mi jefe"Where stories live. Discover now