—Puedes trabajar conmigo, se que no es nada relacionado con lo que te gusta pero sería por mientras.
—Quiero irme, Erin— la miré.
—Define eso...
—Quiero volver a Riverside.
—No, no te dejo.
—No lo haré. No voy a dejarte— reí y subí mis pies sobre sus piernas.
—Así me gusta.
—¿Te molesta si me quedo?
—Sabes que no, tonta. Me gusta que te quedes, por mi podrías vivir aquí.
Me levanté del sofá y me arrodillé.
—Erin Green, ¿Me dejarías ser tu compañera de cuarto?
—¡Tamara Edwins, pensé que nunca lo preguntarias!— me abrazó y ambas reímos.
—¿Qué dices si vamos por pizza para celebrar?
—Yo digo que si.
—Bien, entonces hay que arreglarnos un poco y vamos.
—Yo así iré, que flojera arreglarme.
—Entonces vayamonos así.
—Esa es la actitud— palmeó mi espalda y luego de abrigarnos salimos.
—Que frío hace— me quejé apenas salimos.
Erin me tomó del brazo mientras mirábamos el cielo.
—Creo que va a nevar.
—Es probable— asentí para luego comenzar a caminar entonces Erin me siguió el paso.
—Me siento desaliñada— ambas reímos fuerte.
—¡Lo sé!— reí —Ni siquiera estoy maquillada.
—Lo bueno es que no es un lugar elegante y además es comprensible son las las 8.
—Eso es cierto— la miré.
Un chico nos abrió la puerta y ambas le sonreímos.
—Gracias— dijo Erin.
—No es nada, linda.
Erin rió y comenzamos a caminar hasta una de las mesas.
Tomamos asiento y tomamos los menú.
—Carnívora— dijimos al unísono entonces chocamos los cinco.
Levanté la mano para ordenar y uno de los meseros nos tomó la orden.
—Mañana pienso levantarme tarde— dije mientras comía —Voy a dormir mas de 8 horas.
—Eso suena tan genial.
—Voy a comer, dormir, ver netflix y repetir.
—Mi día ideal— ambas reímos.
—¿Que vamos a comer mañana?
—Estas comiendo ahora y piensas en que comeras mañana— rió.
—Es que tu vas a estar trabajando y yo quiero hacer algo para ti.
—Mañana comeremos en subway.
—¿Segura?— la miré.
—Si, tengo cupones— guiñó y reí.
—Amo cuando ahorras.
—Y yo amo que ames cuando me pongo tacaña— reímos fuerte y unos segundos después mi risa se agotó pues por la puerta a GTR Logan y con el una chica.
—¿Es Christian?
—Si— asentí mientras seguía comiendo.
—¿Quieres irte?
—No, no hace falta.
—¿Segura?
—Si— reí.
Ambas seguimos comiendo y yo de vez en cuando volteaba a verlo.
—No te ha visto.
—Para mi suerte— acomodé mi cabello.
—Oops, creo que me vio a mi.
—Demonios— fruncí el ceño.
—¿Quién es la señorita piernas largas?
—No tengo idea— respondí con mi mirada fija en él.
—Vamonos— se levantó dejando un billete en la mesa y tomando la caja de pizza —Aun quedan unos cuantos pedazos.
La tomé del brazo y reí para luego salir del lugar.
—¿Qué quieres hacer ahora?
—Vamos a ver netflix.
—Pijamada, pasemos a comprar dulces.
—Buena idea— reí.
—Estoy llena de ellas.
—Eso he notado— la abracé por los hombros y caminamos juntas hasta un mini market.
Luego de las compras fuimos hasta la casa de Erin o nuestra casa... como sea.
Estábamos viendo netflix tal y como habíamos acordado.
