Capítulo 16.

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—Maldita hija de…

—Puta— término la oración por mí.

Lo reconocí por su voz, volteé y lo mire.

¡Lo que faltaba!

Matthew Foley.

—Hola, Matthew.

—Hola, Tammy. ¿Qué te trae por aquí?

—Estaba en casa de Logan. Me quedé a dormir ahí ya que asaltaron mi edificio.

—Oí de eso. Lo siento, ¿Entraron a tu habitación?

—Por desgracia sí.

—Qué mala suerte.

—Lo sé.

—¿A dónde ibas?

—Iré con Erin. No quiero meter en problemas a Logan.

—Puedes quedarte conmigo, si quieres— sonrió.

—No, gracias— rodee los ojos.

—La última vez que estuvimos juntos en una habitación la pasamos muy bien.

—Y esa fue la primera y última vez.

—Cerrada.

—Abierto— ambos reímos pues era algo así como "nuestra broma".

—Déjame llevarte a casa de Erin.

—Yo haré eso, Matthew. No te preocupes— ambos volteamos y nos encontramos con Logan. Una sonrisa se formó en mi rostro —Es lo mínimo que puedo hacer por todo el drama que Meredith hizo.

—¿Estás seguro?— sentí como Matthew me miraba.

—Por supuesto.

—Entonces no puedo decir que no— reí leve.

—No, no puedes— tomó mis maletas.

Miré a Matthew, él estaba serio y su mandíbula se mostraba tensa.

—Gracias por ofrecerte, Matthew— sonreí leve y besé su mejilla entonces la tensión desapareció de su rostro.

—No fue nada, Tammy— sonrió.

Logan subió mis maletas en la cajuela y  luego abrió la puerta del auto para mí.

—Nos vemos luego, hermano.

—Sí, seguro.

—Adiós, Matthew— subí al auto de Logan.

—Adiós— se despidió haciendo un leve asentimiento con la cabeza.

Logan comenzó a conducir.

—En serio lamento todo el show que armo Meredith. Me la estaba pasando muy bien contigo— me miró por unos segundos.

—Fue divertido— lo miré y sonreí.

—Ni que lo digas.

—Los Omelette estaban deliciosos.

—Gracias— rió leve.

—Tu madre te enseño muy bien.

—A ella le encantaría oír eso. Es de esas madres que se sienten orgullosas cada vez que alguien le hace un cumplido— rió.

—Mi madre es igual— reí.

—¿En serio?

—Estoy muy segura de eso— ambos reímos.

Siguió conduciendo mientras yo le daba la dirección de la casa de Erin y cuando nos tuvimos que detener en una luz roja presto su atención en mí.

—Me agradas— sonrió.

—Y tú a mí.

—¿Mucho?

—Demasiado— reí.

—¿Soy el mejor jefe de todos?

—Por supuesto.

—Genial— sonrió ampliamente —Tu eres la mejor secretaria y amiga de todas.

Amiga.

¿Era acaso que me acababa de dejar en el a friendzone?

Él tenía que estar bromeando.

"Enamorada de mi jefe"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora