Y así pasó el tiempo, entre bromas, risas, desayunos, almuerzos, paseos y muchas cosas más. Logan y yo estábamos juntos casi todo él día. Inclusive la gente creía que éramos pareja y no los culpaba, luciamos como una.
—Tamara— rió Logan.
—Perdón, ¿Qué decías?— lo miré.
—Pregunté si estabas lista para subir al avión.
—Oh— reí —si, lo estoy.
—Entonces vamos— tomó mis maletas y subimos al avión.
—Estás cosas siempre me han puesto muy nerviosa.
—Tranquila— rió leve —Yo cuidaré de ti— dijo para luego rodear mi cuello con sus brazos.
Entramos al avión y nos dirigimos a nuestros asientos. Al entrar a la sección de primera clase nos dieron una copa de champaña. Ambos reímos levemente y luego nos sentamos en nuestros asientos.
_Siempee pienso que van a caer o algo— ríe.
—Creo que si hubiera mucha posibilidad de que eso pasara, no muchos viajarían en avión, ¿no crees eso?
—Si, tienes razón— lo miré y sonreí —gracias.
—Nada que agradecer, Tammy— abrochó mi cinturón de seguridad y sonreí.
—Gracias de nuevo— dije sin dejar de verlo.
—Tienes una pestaña— acercó uno de sus dedos a mi rostro y luego llevo su dedo frente a mis labios —Pide un deseo.
Cerré mis ojos, pedí un deseo tal como él dijo y luego sople la pestaña.
—¿Qué deseaste?
—Un deseo— reí levemente.
—Oye, dime que fue— frunció el ceño.
—Los deseos no se cuentan.
—Pero tienes el deseo gracias a mi— hizo puchero.
—No puedo decirte cual fue mi deseo, lo siento.
—¿Yo no tengo ninguna pestaña?
—Lo siento pero no— reí.
—Pero quiero tener un deseo.
—Eso no será posible, no por ahora.
—Demonios— rió.
Arranque un cabello mío, luego hice un pedazo mas pequeño y se lo entregué.
—Ahí esta tu pestaña.
—Eso no es una pestaña.
—Callate y pide un deseo— reí.
Tomo la "pestaña" y segundos después sopló.
—¿Quieres saber que deseé?
—¿Vas a decirmelo?
—Solo si quieres saberlo.
—Entonces dímelo— reí leve mientras lo miraba.
—Deseé que llegaramos a salvo— sonrió.
—Genial— sonreí.
—Si llegamos temprano podemos explorar.
—Cleveland debe ser muy lindo.
—Lo es, en serio— sonrió —Hay varios museos, bosques, lagos. Muchas cosas que ver.
—Espero poder ver la ciudad contigo— sonreí.
—Yo espero lo mismo— dijo mientras me miraba.
