Capítulo 20: La Verdad.

732 80 64
                                    

Cuando Bucky por fin estuvo en su auto, conduciendo hasta la casa de sus amigos, no podía dejar pensar y darle vueltas a la situación. Intentaba concentrarse en un tema a la vez para poder analizar las cosas como a él le gustaba pero era tanto que su mente simplemente saltaba de un tema a otro con demasiada rapidez.

Por un lado se sentía muy molesto con Wanda por mentirle todo ese tiempo y sobre cosas tan importantes pero otra parte de él le decía que ella no tenía ninguna obligación de contarle con quién se juntaba o si había visto a su familia. Tal vez el nunca dispuso para ella de una confianza como para que lo hiciera. ¿Por qué había mentido?.

"Ella quería protegerte".

 Recordó las palabras de Pietro y no pudo evitar que su pecho se apretara y la cabeza le bombeara de una forma incomoda, como si fuera a venir una gran jaqueca. Ella quería protegerlo, ella vivió todo eso sola. Cada vez que se sintió asustada por saber que su padre sabía exactamente dónde estaba no pudo compartirlo con nadie, ni siquiera con él. 

Fue armando las piezas del rompecabezas en su mente, juntando fechas y haciéndolas cuadrar se dio cuenta que justamente la vez que su padre la tuvo contra su voluntad durante una tarde completa y le dijo que estaba con Tracy, al día después Wanda tuvo ese episodio tan angustiante en el armario de su habitación dónde él tuvo que romper la puerta para sacarla de ahí. Si hubiera sabido que había pasado por eso ese día jamás la hubiera dejado sola, se habría quedado con ella para observarla en caso de algo y jamás habría permitido que estuviera tanto tiempo sufriendo en ese lugar. Porque eso fue lo que él siempre quiso hacer, estar ahí para ella. Ahora lo único que podía pensar era en que no había hecho ese trabajo tan bien como había creído todo este tiempo. 

Analizó un poco más la situación de Wanda. Comenzó a darse cuenta de que él sólo vio lo que le convendría al momento de ofrecer ese trato. Ignoró por completo que el proceso emocional de dejar a tu hijo sería algo que podría marcarla de por vida, incluso aunque no hubiera querido embarazarse. No lo había hecho de forma intencional pero fue porque nunca pensó en Wanda realmente hasta ahora, no quería herirla de ninguna manera ni que por su culpa se sintiera miserable.

Él quería verla feliz, él quería hacerla feliz pero estaba muy seguro de que cuando pasen estas semanas habrán muchas lagrimas y su corazón posiblemente termine destrozado.

 Una bocina resonó fuerte a su lado y lo hizo volver a concentrarse en la conducción de su coche, frenó rápidamente agradeciendo sus buenos reflejos y pidió una disculpa con su mano antes de seguir avanzando para luego estacionarse frente a un parque. Si seguía conduciendo con su mente así de atrofiada podía llegar a lastimarse o lastimar a otros. 

-¡Maldición!.- Soltó con un grito, frustrado, golpeando el volante.

No entendía nada, no entendía como su vida se había vuelto tan desafiante y descuidada con las emociones de los seres humanos. Esto no conducía a nada, sólo a romper los corazones de ambos.

Llegó a la casa de los Rogers cerca de dos horas más tarde de lo que había dicho, había enviado un texto a Wanda diciendo que se le había olvidado una reunión para no preocuparla y simplemente se quedó sentado en una banca del parque para despejar su mente aunque sea un poco antes de enfrentarse a lo que tuviera que hacerlo. Steve fue el encargado de abrir la puerta y arrugó su frente de inmediato al sentir que algo le pasaba.

-¿Estás bien?.

-Si, estoy bien. ¿Dónde está Wanda?.

-Afuera, James quiso mostrarles sus trucos con el balón.

Bucky asintió quitándose su abrigo sin decir mucho más. No podía fingir frente a Steve y lo sabía por lo que evitó pasar por ese agotamiento mental y dejar su hermano creyera que simplemente estaba cansado. Caminó con lentitud hasta dónde estaba la castaña sentada en una de las sillas de mimbre que los Rogers tenían repartidos por toda la terraza de su casa por alguna razón. James saltó a sus brazos así que tuvo que saludarlo a él primero y alabar sus trucos antes de poder por fin llegar hasta dónde Wanda y depositar un suave beso en su frente. Se sentía atrapado por ella de una manera en que no podía explicar.

Embarazada A SueldoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora