Capítulo 2.- En Su Casa.

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Desperté de golpe y de la misma manera me reincorpore. Miré a todos lados sin saber donde estaba y de pronto un alivio me recorrió el cuerpo al notar que no estaba en el hospital ni en otro lugar. Duró sólo unos segundos ya que inmediatamente las dudas sobre donde estaba se agolparon con fuerza en mi cabeza provocando que esta doliera bastante, el dolor cesó luego de obligarme a estar tranquila y comenzar a recordar por lo que respiré siguiendo las instrucciones sobre respirar bien que había leído en una revista.

¿Se te olvida respirar, Wanda?. Genial, al parecer era un poco más inepta de lo que creía.

De acuerdo,volvamos a esto. Salí del hospital y me desmaye en la acera o algo así. Un hombre, el tipo que me atropelló disque "golpeó con su auto" me encontró y recordaba haberlo advertido de no llevarme al hospital. Sólo debía encontrarlo a él para asegurarme de que mi memoria estaba en lo cierto.

Me quité las sábanas que me cubrían, noté que llevaba un camisón enorme que me cubría un poco más abajo de los muslos. Aún llevaba mi ropa interior y rogué internamente porque el tipo no fuera un loco degenerado.

A la vez me sentí agradecida por usar ropa interior decente ese día. Lo que era realmente extraño ya que no debía porque querer seducir al chico que no conocía en absoluto. Enfócate Wanda. Me reprendí antes de dar el último saltito para llegar al piso de madera.

Caminé con nerviosismo hasta la puerta sin dejar de mirar todo con desconfianza, la habitación era bastante hermosa. Al tomar la manilla respiré hondo y comencé a pensar en que haría si estaba encerrada en este cuarto. Decidí dejar de pensar como si estuviera en una película de terror y la giré para dar paso a abrir la puerta. Afuera había un pasillo enorme, a un extremo había una ventana gigante que me pareció bellísima. Frente a mi había una puerta y más allá dos puertas más.

Opté por explorar caminando en dirección contraria a la de la ventana, llegué al extremo caminando bastante lento . Había una biblioteca también enorme y también hermosa. Con muchos libros que parecían nuevos, que rodeaba toda la escalera que se formaba en forma de circulo.

-¿Hola?.- Dije tratando de llamar la atención de cualquiera que estuviese por ahí pero nadie respondió. El silencio me estaba volviendo loca.

Había una puerta cerca de la enorme biblioteca que me llamó la atención por lo que decidí caminar hasta ella pero antes de dar siquiera tres pasos una voz me sobresaltó e hizo que diera un grito bastante agudo junto con un movimiento nada bonito de mis brazos extendidos. Tanto que resonó el eco en las escaleras.

-¿Está usted bien?.- Preguntó un caballero alto y bien vestido. Estaba peinado a la perfección, al igual que su ropa y zapatos.

-Lo estaré.- Dije sintiendo cómo la sangre volvía a recorrer mi cuerpo.- Cuándo mi corazón vuelva a latir.

-Estoy seguro de que lo hace.- Respondió con educación manteniendo su rostro sin sonrisa pero tampoco siendo desagradable. Me sentí cómoda con él.

-¿Puedo saber dónde estoy?.

-Usted está en la casa del señor Barnes, la trajo aquí ayer en la noche.

-De acuerdo...-Al no saber el nombre del tipo que me atropello no sabía si sentirme tranquila o no. ¿Y si me había traído otra persona?.- ¿Dijo algo sobre mi?.

-Se me encargó cuidar de usted hasta que él volviera, si gusta puede volver a la cama.

-¿Y si no?.

-Le traeré su ropa y puede bajar a desayunar.

-Eso es una buena idea.- Dije aún algo sorprendida. Me estaba preparando para una gran batalla verbal con el hombre pero al parecer él no estaba a ese nivel.

Embarazada A SueldoWhere stories live. Discover now