Embarazada A Sueldo

Capítulo 4. - Las cosas fáciles.

La castaña abrió sus ojos con dificultad. Sentía la lluvia caer con fuerza, así cómo ese día de la entrevista antes de ser atropellada por Bucky Barnes. Como si de una serie televisiva se tratara su mente le propinó una recapitulación de lo vivido con él y sobresaltada se reincorporó en la cama. Estaba oscuro, le dolía un poco el cuerpo y sin querer se le escapó una sonrisa al recordar el porque. Revisó visualmente la habitación, era incluso más enorme que la suya y parecía mucho más iluminada también pese a que las nubes cubrían absolutamente todo el cielo con una negrura que daba escalofríos. Suspiró y volvió a recostarse mirando el techo tratando de permanecer estática en su lugar, no quería que Bucky se despertara porque sería demasiado extraño.

Su curiosidad fue mucho más fuerte que su razonamiento y decidió por voltearse para poder verlo dormir. Sabia que estos hombres no podían verse guapos todo el tiempo, ella solía dormir con su boca abierta dejando caer saliva cuándo tenía una buena noche pero Bucky se mantenía tan pulcro como siempre. Con ambas manos juntas bajo su rostro le daba un aspecto de ternura que no se comparaba en nada con el hombre que había estado moviéndose con ella hace dos o tres horas atrás.

-Wanda, no puedo dormir si me miras mientras lo hago.

¡Mierda! Wanda abrió sus ojos como platos alejándose un poco del rostro de su acompañante y este aún sin abrir los ojos sonrió.

-¿Hace cuanto estás despierto?.- Se atrevió a preguntar ella con el rostro escondido en la almohada.- Lo siento.

-Desde que diste un salto que movió toda la cama.- Dijo él mientras pasaba las manos por su cabello.- No te preocupes, ¿me veo bien?.

-No lo sé, no te vi durmiendo de verdad.

-Tendrás la oportunidad.- Dijo y luego bostezó y se acomodó nuevamente en la cama.

-¿Quieres que vaya a mi habitación?.- Preguntó al castaña pero no obtuvo respuesta por lo que estiró su mano y le tocó el hombro.- Por favor, nadie se duerme tan rápido. ¿Bucky?.

Bufó y volvió a mirar a su al rededor para encontrar la puerta de salida. Estaba a punto de tocar el piso con su pie derecho cuando una mano atrapó su muñeca, primero con firmeza y luego con suavidad bajó hasta su mano. Luego de eso simplemente no volvió a abrir sus ojos asi que Wanda decidió ignorar lo que había pasado y corrió a su habitación tratando de hacer el menos ruido posible.

Al llegar la mañana el sol traspasaba la ventana pero pudo notar casi a los segundos de verlo que no estaba calentando en lo más mínimo. Suspiró y miró la mesa de noche en dónde reposaba un reloj que en ese momento indicaba las diez de la mañana.

-De todos modos no es que tenga prisa por quedarme en casa todo el día.- Dijo mientras se quitaba todas las mantas de un tirón. Seguía sorprendiéndose de no sentir frío al momento de hacerlo ya que en su departamento no contaba con la calefacción que poseía la casa Barnes.

Al pensar en el apellido de aquel desconocido que le había ofrecido asilo hace unos días su estomago sintió ligeras cosquillas mezcladas con pánico, no había pensado en todo lo que conllevaría lo que había hecho la noche anterior. Estaba viviendo en su casa y ahora todo se complicaría por haber dormido con él. ¿Cómo había dejado que su vida se volviera mucho más complicada de lo que ya era?. Por otro lado esa noche con él había sido una de de las mejores que pudiera recordar. Llevó una mano a sus labios mientras las escenas de anoche se agolpaban en su cabeza, sonrió sin entender muy bien el porqué y decidió que ya debía arreglarse para bajar antes de que pensara que tenía una vaga en su hogar.

Al llegar a la cocina se decepciono un poco al no verlo sentado con su taza de café en la mano. La señora que preparaba la comida le sonrió mientras dejaba en frente un abundante y muy buen presentado desayuno. Quiso preguntar por Bucky pero creyó que no era lo mejor , no quería que después ella le informara a su jefe que andaba preguntando por él. Terminó su desayuno en silencio y así dejó que el día avanzara.