Embarazada A Sueldo

Capitulo 22: Carta, Sueños Y Anna.

Bucky llegó cerca de las diez de la noche y por más que su corazón le decía que fuera directo a la habitación de Wanda su mente fue más poderosa y se dirigió a su habitación dónde se dio un baño tomandose todo el tiempo del mundo para que ojalá el cansancio lo llevara directo a la cama. Estuvo cerca de lograrlo, cuándo salió del baño ya listo para dormir se sentía lo suficientemente cansado como para ver su cama irresistible por lo que de seguro se dormiría de inmediato.

Los golpes en su puerta justo cuándo se acomodaba para dormir le hicieron saltar el corazón. Claro que quería verla, no tenía para que engañarse a si mismo. Pero al menos él había resistido todo lo posible.

-¿Bucky?.

-Puedes pasar.- Respondió el desde la cama.- ¿Pasó algo? ¿Te sientes bien?.

-Quiero hablarte de algo.- Dijo Wanda avanzando hasta la cama y subiendose a ella. Bucky se ahorro el comentario de lo divertida que se veía internado subir a la cama con esa barriga de embarazada ya qué, obviamente, no era el momento. Una vez que Wanda pudo acomodarse bien él arqueo una ceja.

-¿Y bien? ¿De que quieres hablarme?.

-Ya no quiero mentirte...tampoco quiero que sientes qué no me conoces. Independiente de si sigo en tu vida o no, Bucky quiero que me conozcas tal cuál soy.

Esa confesión resultó bastante impactante para el castaño quién de todo lo que pudiera salir de la boca de Wanda eso era lo último que pudo pensar. Sin mencionar que nuevamente se metía en la boca del lobo en cuánto a involucrarse con esta chica que lo tenía más que atrapado en sus redes.

Ya todo daba igual, hiciera lo que hiciera a partir de hoy su corazón se destrozaria de la misma forma porque estaba absolutamente enamorado. Así qué simplemente asintió adoptando una mejor posición en la cama para escucharla.

Los minutos se volvieron horas y Wanda iba desglosando cada parte de lo que fue su vida antes de huir, el porque huyó y todo lo que significaba ser parte de esa familia. Confesó haberse visto con Pietro en más de una ocasión y que estuvo con su padre por toda una tarde, supo el porque tuvo ese episodio en el armario justo esa tarde. Bucky tuvo que pedirle que se detuviera justo en ese momento para poder respirar y procesar lo qué estaba escuchando.

Se imaginó a una pequeña Wanda encerrada en un armario por casi dos días con miedo a salir. Sin poder comer y apenas beber, sin qué nadie la abrazara para decirle que todo estaría bien. Sabía que iba a comenzar a hiperventilar pero quitó rápidamente lo que más pudo de su cabeza para hacerle espacio a lo qué ella seguiría diciendo.

Ahora se trababa de ella no de él.

Se enteró de todo, al menos la parte que Wanda conocía. Cuándo terminó de contar todo se sintió cómo si alguien le hubiera dado un con un bate en su cabeza, por alguna razón confesar todo la hizo sentir tanto aliviada como agotada físicamente. A veces olvidaba qué cargaba con un pequeño ser humano que provocaba muchos cambios en su cuerpo.

-Pietro vino a verme.- Dijo Bucky después de algunos minutos. Wanda, que había tenido la mirada perdida en las sábanas la levantó hacia él.

-¿Qué? ¿Cuándo?.

-Hace tres días...la noche en qué discutimos.

-Por eso quisiste convencerme...

-Pietro me contó sobre lo que hablabas con él y sobre tu encuentro con tu padre. Al principio me sentí molesto pero...luego sentí qué fue mi culpa no haberte dado la oportunidad quizás de qué confiaras en mi para algo así.

-Claro qué no, Bucky cómo te dije esa noche el problema aquí soy yo.

-Debes dejar de decir eso.