Capítulo 8.- Cada semana.

973 86 25
                                    

Arremetí casi sin darme cuenta de lo que estaba por hacer, incluso tomé una ligera bocanada de aire para poder decir todo sin necesidad de pausas.

-Podrías mostrar un poco de decencia al menos para mi, quizás advertirme con que me encontraré a la mañana siguiente. Eres libre de acostarte con quien quieras pero anoche me presentaste a toda tu familia, ellos creen que al menos consideras a la madre de tu hijo ¡Ahora seré la tonta que aguanta una infidelidad! ¡Menos se creerán que no estoy aquí por tu dinero!.

-¿De qué estas hablando?.-Preguntó él aprovechando mi necesidad para respirar.

-De Francin, dormiste con ella. ¡Tan cerdo!.

-Yo no dormí con ella.- Dijo convencido. Tan convencido que la ira me subió como vómito por la garganta.

-¡La vi salir de tu cuarto esta mañana James Barnes! ¡No mientas en mi cara!.

-Wanda, yo no dormí aquí.- Aclaró rápidamente y luego apuntó su ropa que ahora que miraba bien era la de ayer por la noche.

Por alguna razón, qué por más que quise entender no lo hice, mis ojos se llenaron de lágrimas y la ira se convirtió en tristeza eufórica.

-¿¡Fuiste a dormir con una mujer a su casa!?.

-¿Qué? ¡No!.- Dijo él estirando sus brazos para abrazarme pero los aparte con brusquedad.- Wanda, estuve toda la noche solucionando unos problemas con mis irresponsables nuevos clientes. Me hice representante de una banda de chicos y ayer se metieron en un lío enorme.

-¿Es en serio?.- Dije sorbiendo mi nariz y secando mis lágrimas con la manga de mi camiseta. Seguramente no transmitía un aura muy sensual.

-Claro que sí.- Dijo él y luego me estiró una galleta que sacó del plato que él mismo seguramente había traído a mi habitación.- Ten, galletita.

-Gracias.- Dije aceptando la galleta. Lo mire luego de eso y el sonrió estirando sus brazos lo más que pudo a lo que sin resistir demasiado me acerque y deje que me rodeara con ellos. Nos habíamos hecho amigos después de todo, no rechazaría contención si la ofrecía en un momento tan vulnerable cómo este.

-¿No quieres que salga con chicas?.

Pregunto luego de algunos segundos y mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras que la sangre me subía al rostro por la vergüenza que sentía ante lo que acababa de pasar.

-Es pumpkin.

-¿El o ella no quiere que salga con otras chicas?.

-Exacto.

-Me parece una manipulación muy inteligente de tu parte.- Soltó luego poniéndose de pie rompiendo nuestro abrazo.- No tengo intención de salir con nadie por ahora, tampoco sé porque Francin salió de mi habitación esta mañana. Supongo que debo dejarla con llave cuando haya un evento aquí.

-¿Por qué la sigues invitando?.

-No lo sé, supongo que es una... victima de las circunstancias.-Se encogió de hombros y salió de la habitación sin darme una explicación real. Me lancé a la cama otra vez ahora mucho más feliz por alguna razón cuando la puerta volvió a abrirse dejando ver nuevamente a Bucky.- ¿Sabes? Creo que debes venir conmigo.

-¿Contigo? ¿A donde?.

-Las mellizas estarán de cumpleaños dentro del próximo mes.- Dijo quitándose su abrigo.- Steve me dijo que no hiciera nada extravagante así que, iré a ver la hacienda que tienen para mi.

-¿Les comprarás una hacienda?.- Dije con mis ojos enormes y el río con una ruidosa carcajada.

-Wanda, tengo dinero pero no sé si comprarles una hacienda a dos bebés sea buena idea.- Me encogí de hombros para fingir que no me sentía avergonzada de mi misma.- Pienso arrendarla para su cumpleaños. Ambos somos bastante sociables y las niñas conocen a muchos niños sin interesarles.

Embarazada A SueldoWhere stories live. Discover now