FINIS TEMPORUM 1: LES VANDALES

CAPITULO 5

-¿Este era su plan? ¿Convertirse en misionero?- Pregunto confundido su súbdito.

- Ay, eres tan ciego, esto va mucho mas allá... Saldrá P-e-r-f... Perfecto- Dijo convencido - Además, ¿Por que me cuestionas tu? Solo ve y tráeme esa cosa.

-Pero Señor, ya pasan de los dos mil.

El superior suspiro mientras empujaba a su empleado para ir por un vestido que simulaba ser el de un misionero, era negro y muy largo, aparte cubría su cabeza con un gran velo largo de seda, este era de color carmesí y así fue como decidió ir a por su... Sus presas.

 -Señor...

-Ya vienes a criticar otra vez. Creí que no querías venir conmigo- Murmuro subiendo a su elegante auto.

-Es que, mire, creo que esto le quedara bien- Mascullo entregando lo que parecía un rosario, aunque en vez de tener una cruz tenia una estrella.

-Oh, gracias, ¿Vas a venir o no?

...

Intentaba evitar a toda costa mirar al menor, se sentía realmente incomodo, por el contrario el chico estaba de muy buen humor, lo cual no era extraño en el... Aunque hoy estaba especialmente exaltado.

-Pásame eso, por fa.

El mayor asintió e hizo lo que este le pidió, lo tenia ahí sin hacer nada solo mirando, comenzaba a pensar que solo quería torturarlo.

-Ay dios, quedo increíble ¿No cree?-Pregunto mirándolo con una gran sonrisa.

-¿Y ese pastel para quien es?- Cuestiono Iara mientras bajaba de las escaleras.

-Mmm... Es sorpresa.

-¿Ah si? Según yo nadie cumple años y tampoco es que tengamos algo que celebrar ¿O si?- Murmuro pensativa.

-Ya te dije que es una sorpresa.

-Oliver Rodriguez- Vocifero.

-Ay, es que... Hoy les voy a presentar a alguien- Tartamudeo intentando ocultar sus nervios (aunque no le salió)

-Oh, ya, ya, entiendo- Dijo con una sonrisa picara mientras volvía a su habitación - No te preocupes, seré paciente.

-¿Quien vendrá?- Murmuro 

-Ya veras, por cierto... ¿A donde fuiste?

-¿Y tu preguntas? Lo mejor para los dos es seguir como si nada ¿No te parece?

Sonrió y se giro hacia el mayor. 

-No intentes amenazarme.

-Hay personas que ofrecen mucho por ti y los chicos necesitamos algo con que vivir- Se acerco- ¿Sabes? Si supieran quien eres no dudarían en...

-¡Buenos días! ¿Cómo están familia?- Exclamo Sekou - Ah...Solo están ustedes dos, voy a salir, vuelvo hasta la tarde.

-¡Cuídate! Deberías salir un rato o mejor ve a descansar, no dormiste nada ¿No?

-¿Quien esta  ofrecien...?

-Mejor ni pienses en ello, además son solo rumores aunque yo tendría cuidado, nunca se sabe quien podría apuñalarte justo en la espalda- Murmuro mientras tomaba un cuchillo.

-Si algo me pasa...

-Si algo te pasa no tendrás oportunidad de culpar a nadie ¿Ok? Podría ser cualquiera incluso tu propia hermana.

-No te atrevas-

El menor rio y asintió.

-No tengo intención de tocar a tu familia, ni a tu repulsivo padre, pero... Podría asegurártelo de una mejor manera si tu haces algo por mi- Dijo sin mirarlo.