FINIS TEMPORUM 1: LES VANDALES

CAPITULO 4

Habían pasado un par de días después de que Oliver entregará al padre de Daniel, la nave de los Reptels había desaparecido y todo se había tranquilizado en México y en todo el mundo, parecía que el problema se había acabado, aunque el en fondo el grupo de colegas sabía que apenas habían empezado.

— ¿Ya estás mejor?

— Se que hice lo mejor que pude— Murmuro bajando la cabeza.

— Daniel lo entenderá, con el tiempo lo hará, ahora hay que-

—Tengo que aprender a controlar mejor... Esto, se que nos ayudará, además aún no dejo de pensar en lo que dijo.

— Todos estamos asustados— Mascullo con tristeza.

— Creo que, ellos iniciaron algo más— Dijo levantándose de su cama.

— ¿Algo más? ¿Algo como que?

— Estuve leyendo una página coreana, me puse a pensar y comienzo a creer que la historia es completamente diferente a lo que todos, todos nos contaron.

— ¿Crees que 17 mintió?— Pregunto con curiosidad.

— Creo que dijo lo que creía que era verdad, pero eso significa que se cierto, ninguno de los dos es bueno, me temo que los dos lleven a los dos planetas a su completa destrucción— Comento mientras preparaba un café —¿Quieres uno?

—No, gracias, me hace daño. Deberíamos contarles todo esto a los demás.

—Mejor cuéntaselos tu, ellos no querrán escucharme.

El peli blanco asintió y salió de la habitación, Oliv hizo lo mismo, necesitaba algo de aire fresco.

Decidió ir al bosque, la tranquilidad del lugar le haría bien, aunque tardaría bastante en llegar ya que se habían cambiado de edificio después del ataque a la oficina con el hospital. Tomo un taxi, no tenía dinero para pagar un transportador ni un auto propio, además era fácil encontrar un taxi vacío pues casi nadie los tomaba, la calle estaba más llena de lo normal, muchas personas habían decidido irse del país aún después de saber que cualquier lugar era vulnerable.

— ¿Usted también se irá del país?

— No, solo déjeme cerca del bosque antes de la orilla— Ordenó.

— ¿Por qué irá a ese lugar? ¿Aún hay personas que vivan en esos lugares?

— No, solo... Quiero estar solo por un rato— Murmuro.

Estaban hablando un poco de sus vidas cuando escucho algo estrellarse detrás de el. Giro su cabeza y vio como un edificio se caía a pedazos a lo lejos, escucho gritos y pudo ve como algunas personas salían de sus autos.

—Señor José, por favor avance.

—Estamos en rojo, pueden quitarme mi trabajo si-

Algo más estalló de nuevo, habían unas avionetas disparando a los edificios y a los autos cercanos. El taxista olvidó lo que había dicho y acelero lo más que pudo al igual que todos los conductores.

— ¡¿Otro ataque?! ¡¿No se habían calmado las cosas?!

— Por favor, solo conduzca.

La muerte estaba frente a sus ojos nuevamente, hombres, mujeres y niños estaban siendo pulverizados frente a sus ojos, necesitaba llegar a un lugar seguro si es que existía, lo mejor en ese momento era o esconder bajo tierra o ir al bosque que es lo que harían.

Aún les quedaba un largo camino que recorrer cuando el auto se detuvo, no quedaba gasolina, maldijeron en voz alta al bailar del auto, estaban en todos lados.