Capitulo 17

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ALYSSA MILLER

—Que frío horrible—dice Kol metiendo su nariz en su bufanda.

—Está agradable—dice Aurora con una sonrisa.

—Aja, porque tu elemento es el aire—me quejo—. Yo siendo de calor no la estoy pasando bien tampoco.

Ella se encoge de hombros pero no deja de lado su felicidad. Kol por su parte pone los ojos en blanco con mal humor.

Freno y hago frenar a Kol. Bajo el cierre de sus dos camperas para quedar con su pullover. Veo hacia las dos lados para chequear de que no haya ningún simple. Me acerco a su cuerpo y lo abrazo.

—¿Mejor?—pregunto mientras uso mi poder para calentarlo.

—Puede que no me caigas tan mal.

—Yo sé que me amas y soy tu favorita.

—Si aceptar eso va a hacer que no me muera de frío, entonces sí, claro, por supuesto.

Sonrío y me coloco a su lado, sin dejar de abrazarlo, mientras comenzamos a avanzar.

—¿Por qué Gastón no nos llevó en auto?

—No le gusta usarlo mucho por la contaminación, y son unas diez cuadras—le dice Aurora observando su teléfono.

—Diez cuadras eternas—digo.

—Bueno, ¿me mandaron con los dos malhumorados? Pensé que era uno nomás, ahora resulta ser que la pelirroja también.

—Y a nosotros con la quejona.

—¡Yo quejona! ¡Ustedes se quejan de todo desde que salimos del departamento!

—Shh, A, vas a despertar hasta a las ratas de las alcantarillas con tus gritos—le dice Kol en voz baja.

—¡Los odio!—después de decir eso, se aleja dando fuertes pasos y adelantándose.

Yo rompo a carcajadas y Kol sonríe.

—A la vuelta volvamos a molestarla, por favor—le suplico al castaño y este me ve con los ojos entrecerrados.

—Cínica, pero está bien.

Beso su mejilla.

—Vos sí que sos mi favorito—le digo—. Pero no le digas a los demás, más que nada Sebastian.

—Ni que fuera un premio ser tu favorito—resopla—, no voy a difundirlo por ahí, no es especial serlo.

Arqueo una ceja y me separo de él, comenzando a caminar deprisa. Sus dos brazos no tardan en rodearme desde atrás.

—Perdón, vuelve a mí. Voy a morir de hipotermia sino.

Me freno y él no deja de abrazarme.

—Dilo.

—¿Qué cosa?

—Dilo.

Bufa y tarda varios segundos, pero se rinde y apoya su frente en mi hombro.

—Estoy encantado de ser tu favorito, y para que lo sepas, también lo sos.

—¿Cómo sé que tus palabras son reales?

—Ay, por favor, ¿quien otro me queda? ¿Los rubios? De los tres sos la más safable. Es obvio que digo la verdad.

Río, eso es una contestación típica de Kol.

Lo envuelvo en mis brazos bajo sus camperas y vuelvo a calentarlo.

—Gracias—besa mi frente pero puedo ver como de reojo se limpia los labios con la palma de su mano.

Fuego [Gaianos 1]Where stories live. Discover now