Capitulo 7

26 3 3
                                    

ALYSSA MILLER

Después de levantarnos y desayunar, caminamos hasta el lago para terminar con la tarea que ayer no completamos. La idea es limpiarlo hoy lo más que podamos.

Nos dividimos los sectores para terminar más rápido. Los rubios y Dorothea limpian el lago, Kol y yo levantamos toda la basura tirada en el suelo.

Miles no, millones de residuos están en el suelo. Paquetes de comida, pedazos de comida, botellas de vidrio y plástico, papeles, pañales de bebe. Cualquier cosa encontramos. ¿Tanto les cuesta mover a los simples sus culos hasta un cesto de basura?, hay millones alrededor.

Levanto papel por papel, botella tras botella y siento la ira fluir por mis venas mientras lo hago. Escuchar las risas, las charlas de los simples a mi alrededor me molesta, me pone de mal humor, porque pasan por nuestro lado y no son capaces de ayudarnos, siguen con sus vidas como si nada, Como si todo esto no es importante, no es algo malo, algo dañino para el medio ambiente.

Trato de concentrarme en la misión, en el porqué vine a este planeta. Trato de repetirme una y otra vez que si enloquezco y saco afuera lo que soy me traería muchos problemas. Por mucho que quiera quemarlos vivos por ser tan egoístas, me contengo, como puedo pero lo hago. No solo me traería problemas a mí, sino a mis amigos también y no quiero arrastrarlos a nada.

Mientras me trago mis ganas de insultarlos o hacerles daño, sigo, porque otra cosa no me queda.

Me agacho para levantar un papel de comida cerca de un arbusto. Cuando lo hago, algo con cuatro patas y peludo hace que me sobresalte y caiga de culo al pasto.

No sé qué es esta cosa pero me intimida y demasiado. Puedo ver como da pasos lentos hacia mi dirección con la boca algo abierta.

Esta cosa me va a comer. Esta cosa me va a comer...

Retrocedo pero aun así me sigue con pasos lentos.

Puedo sentir como me baja la presión, como se me para el corazón por el miedo.

No es tan grande, si me parara seguro me llegaría hasta un poco más arriba de la rodilla. Aunque su tamaño no es lo que me causa este miedo, lo que lo causa es que es una especie que jamás vi en lo que va de mi vida.

Intento retroceder más rápido pero eso parece alertarlo ya que se acomoda para dar un brinco hacia mí. Sin pensarlo, me cubro la cara con mis brazos y un grito agudo sale de mi boca.

—Nino—escucho un grito pero aun así no saco mis brazos de mi cara—, deja a la chica.

No me animo, no me animo a bajar los brazos. Tengo el miedo que esa cosa me ataque y encuentro a mis brazos como un escudo, como protección por si me atacara.

—Perdónalo—escucho la voz del mismo chico más cerca—. Supongo que le llamaste la atención por el paquete de comida y después quiso jugar con vos.

No digo nada, no hago nada.

Mis brazos son tomados por unas manos cálidas, tiran de ellos levemente para que deje de cubrirme la cara y ahí lo veo, sentado frente a mí.

—Nikolas—digo en susurro.

—Nos volvemos a ver, Alyssa—me da una sonrisa.

Llevo mi mirada hacia su derecha y la cosa que me intentó atacar ahora está sentada, mirándonos con la cabeza algo inclinada hacia la izquierda. El chico frente a mi toma mi mentón para hacer que lleve mis ojos a los suyos.

—Tranquila, no te va a hacer nada. Él es Nino, mi perro.

Perro... Tengo un leve recuerdo de ellos, lo poco que nos habían enseñado en mi planeta. Los simples suelen tener animales, cosa que no existen en mi mundo, como mascotas, compañeros. Creo que eso era.

Fuego [Gaianos 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora