Capítulo 2

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Los hermanos López y Fabray pasaron el resto de la mañana ayudando al equipo de la agente Berry en una redada. Cuando la tarde llegó ya estaban de nuevo en la oficina tratando de ayudar a descubrir nueva información sobre Evans, lo cuál no pudieron lograr. Todo lo que encontraban no tenían forma de vincularlo con el.
En estos momentos estaban Santana y Quinn entrando al evento junto con Noah y pasarían a convertirse Collete y Kim, junto a su guardaespaldas.

—¿Me escuchan?— preguntó patt por el intercomunicador.

Si— contestaron los López y Fabray.

—¿Zapata? ¿Nos escuchas?— preguntó Santana mientras con una sonrisa saludaba a quienes la miraban.

Si, lo siento, estaba concentrandome para que no se me caiga una bandeja.

—¿Sos una agente del FBI con buen pulso y no podes con una bandeja?— preguntó Noah.

—No hables, sos un guardaespaldas— dijo Quinn intentandono reír.

Basta de charla. A trabajar— intervino Santana— Kim me harías el honor— le extendió la mano.

—Cómo no— se la tomó sonriendo— ¿Lo ven por acá?

—A tu derecha— murmuró Noah— Está con su padre.

¿Su prometida está?— preguntó Rich.

No, ahora está solo. Pero no creo que falte al evento, haría quedar mal al senador— habló Santana.

Recuerden, tienen que hablar con él y esa es la señal de Zapata para intervenir— recordó Patt.

—Entonces vayamos a saludar al padre, ya está solo— habló Quinn— Y seguramente nos va a presentar el mismo a su hijo.

—Vamos.

Se encaminaron por el salón hacia donde estaba Dwight para hablar con el. Mientras estaban en camino Santana y Quinn se robaban las miradas de todos los presentes mientras sonreían falsamente.

—Senador— saludó Santana extendiendole la mano— Collette Jones.

—Un gusto señorita Jones— sonrió y le aceptó la mano.

—Déjeme presentarle también a mi esposa Kim Beckett— Santana sonrió mientras la tomaba por la cintura.

—Un gusto señorita— le estrechó la mano a Quinn.

—El gusto es mío— asintió.

—¿No usan el mismo apellido? esta juventud...— bromeo— Espero que cuando mi hijo se case compartan apellido. Me llamarán anticuado, pero es la edad.

—Cada uno puede pensar libremente— dijo Quinn sonriendo.

—Solamente vinimos a saludarle para felicitarlo, tuvo un gran paso por el gobierno y sinceramente espero que siga en él— dijo tratando de sonar creíble.

—Muchísimas gracias señora Jones. Es un honor que la gente reconozca mi esfuerzo— sonrió— ¿A que se dedican?

—Yo soy diseñadora— dijo Quinn— Y junto a mi preciosa esposa tenemos una gran empresa de moda— le un dio beso en la mejilla a la larina—Es principalmente de vestidos de novia y de trajes, pero también de fiesta en si.

—¿En serio? ¡Fantástico! mi hijo se va a casar en los próximos meses, tienen que conocerlo y que vea su trabajo, están buscando diseñadores— comenzó a caminar hacía Sam seguido del falso matrimonio y su guardaespaldas.

—Sería un honor conocer a su hijo señor Evans, pero no prometemos que podamos hacer su traje, no personalmente. Estamos en un año sabático— habló Santana frenandose— Estamos tratando de tener un hijo y con el trabajo...

—Es complicado— completó Quinn— Pero podemos recomendarles a alguien.

—Lo entiendo— asintió y volvieron a caminar— Vamos, quiero que conozcan a Sam de todos modos.

—Después de usted señor Evans.

—Ay por favor, solo Dwight— se frenó al lado de un hombre rubio— Hijo te quiero presentar a dos mujeres muy hermosas e inteligentes. La señora Collete Jones y su esposa Kim Beckett.

—Buenas noches— habló Sam estrechando las manos de las mujeres.

—Buenas noches señor Evans— saludó Quinn.

—Solo Sam.

—Entonces por favor llamenos Collete y Kim— agregó Santana y el rubio asintió— El es nuestro guardaespaldas— señaló a Noah y este asintió a modo de saludo.

—Hijo, ellas son diseñadoras y dijeron que te pueden recomendar a alguien para tu traje. Se que no te gusta mi diseñador— revoleo los ojos— Así que confío en ellas— dicho esto se fue a saludar a otras personas.

—Claro, seguro— sonrió el rubio— Hay que ver que opina mi prometida, pero seguro va a estar de acuerdo.

—¡La prometida! saquenle información— susurró Rich al oído.

—La etapa de estar comprometido es hermoso— sonrió Santana— Recuerdo cuando nosotras estuvimos comprometidas, contábamos las horas que faltaban para casarnos.

—Estamos igual. Estoy completamente enamorado y ella también.

—¿Hace cuanto están comprometidos?— preguntó Quinn.

—¿Les ofrezco algo?— habló Zapata.

—Champagne, gracias— contestó Santana y le dio una copa a cada uno, haciendo que natasha se retire.

Que buena soy en mi trabajo. Patterson ya te estoy copiando todo.— habló por el intercomunicador, lo que hizo que a la latina se le forme una sonrisa.

—Algunos meses, y si fuera por nosotros ya estaríamos casados, pero queremos esperar a que pase la campaña de mi padre para hacerlo tranquilos.

—Es la mejor opción— agregó Santana— Tienen que disfrutar cada momento.

—Por como usted habla de ella, es una mujer muy afortunada— dijo Quinn.

—Yo soy el afortunado, vengan, se las presento. Está allá hablando con unas colegas— señaló a una mujer con cabellera rubia, si bien estaba de espaldas se notaba desde lejos que era una mujer hermosa y llamativa.
Cuando Santana estaba trabajando difícilmente miraba a mujeres, pero esta vez no pudo contenerse.

Se te cae la baba López— habló Zapata riendo.

—¡Amor! déjame que te presente a dos diseñadoras Collette y Kim— habló Sam mientras su prometida se daba la vuelta dejando a las tres mujeres en shock y la copa de la latina en el suelo— Chicas, ella es mi prometida....

—Brittany Pierce— completó Santana estrechando su mano.

Amor de AgentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora