Amor de Agentes

Capítulo 14

—¿Ves? te dije que estaba bien— se quejó Santana— ¿Ahora nos podemos ir a mi casa? quiero ayudar con el caso.

—Gracias a dios que lo estás San, pero el doctor te dijo que pases la noche acá y eso vas a hacer— respondió Britt con una sonrisa.

—¿Estás disfrutando verme tan indefensa?— preguntó la latina acostada en la cama del hospital.

—Puede— rió— ¿Por qué interferiste en la bala? digo, Emily tenía chaleco, no le iba a pasar nada.

—No sé, soy agente, es mi trabajo— se encogió de hombros— Además trabaja para mi.

—¿Segura fue solo por eso?— preguntó divertida alzando una ceja.

—Te conozco, no hagas eso, no...— estaba hablando la latina pero alguien abriendo la puerta la interrumpió.

—¡Tana!— entraron sus padres— ¿Estás bien? ¿Qué pasó?

—Eh...— titubeo, si bien sus padres sabian que ella era agente, no sabían que la rubia lo era.

—Tuvimos un indecente en el trabajo— habló Britt salvando de mentir a la latina y los señores López se sorprendieron con su presencia.

—¡Britt!— dijo el padre contento y fue a abrazarla— Un minuto... ¿Tuvieron? ¿Y desde cuándo se llevan bien?

—Si papá, brittany también es una agente— dijo la latina revoleando los ojos, y su madre iba a hablar pero ella continuó— Y no mamá, Roberto no sabe. Y nos llevamos bien porque trabajamos juntas.

—¡Pero dios mío! ¿No existía otra profesión? ¿Abogacía? ¿Arquitectura? ¡Britt vos querías ser veterinaria!

—Si bueno... las cosas cambiaron Maribel— respondió la rubia riendo.

—¡No puede ser que mis tres hijos sean agentes, y resulta que vos también!

—¿Alguien más es agente que tengamos que saber?— preguntó el padre.

—Eh...

—Las faberry papá— respondió Santana riendo.

—Y Hanna— agregó Britt.

—¡Pero dios! ¡¿Acaso en el instituto les enseñan a querer ser una agente?! dios me libre y guarde— empezó a rezar— Padre nuestro que estás en los cie...

—Mamá— rió Santana— No exageres.

—¿Cómo podes decirle a tu madre que no exagere cuando estás en la camilla de un hospital?— respondió Alfonso— Esa profesión es peligrosa chicas.

—Buenoooo... yo me tengo que ir— habló britt mirando a su muñeca simulando tener un reloj, caminando hacia la puerta.

—Oh no rubia— Santana le tomó la mano para que no se vaya y la atrajo hacía ella para susurrarle algo al oído— Si querés que te perdone lo pasado entre nosotras no me dejes sola con estos dos— la rubia iba a responder pero la latina agregó con ojos de perrito— Por favor.

—Serás...— contestó Britt riendo.

—¿Que te pasó Santana?— preguntó su madre.

—Que les cuente Brittany— la latina se encogió de hombros.

—Se golpeó la cabeza al caer, pero está bien, le dijeron que se quede acá esta noche por precaución— respondió.

—Bueno nos quedamos— respondió el padre— Gracias por venir Britt, pero no hace falta que te quedes... seguro tu prometido te extraña y necesita luego del accidente— la latina tuvo que simular toser para no reírse.