Capitulo 25

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Luego de que las Brittana volvieran al hotel cada una se dirigió a su habitación pero como era obvio que iba a pasar Emily se había cambiado de habitación. En ese momento Santana salió al pasillo a buscar a su hermana pero al mismo tiempo salió Britt de la suya.

—¿Mi hermana está ahí, cierto?— preguntó Santana riendo.

—Si— contestó de la misma forma— Solo están durmiendo igualmente pero no me voy a quedar ahí— ladeó la cabeza— Por las dudas.

—¿A donde vas?— preguntó Santana mirando a Britt quien caminaba por el pasillo.

—A reservar una habitación— se encogió de hombros— Necesito solucionar esto y tengo mucho sueño— sonrió.

—Rubia, acá yo solo veo una sola forma de solucionarlo— abrió la puerta de la habitación y señaló dentro con su cabeza.

—No quiero molestar, San.

—Nunca me molestarías. Además hay dos camas, aunque para no desordenar la de Em me ofrezco para que duermas conmigo— dijo sonriendo y Britt alzó una ceja— Aunque me gustaría retomar lo de tu casa... solo dormir, estamos en una misión y ya es tarde. Prometo portarme bien.

—No me importaría que te portes mal ¿Pero quedaría mal si me acuesto con mi jefa en una misión no?— ambas rieron— ¿Estás segura? Puedo alquilarme una habitación San.

—Britt literalmente dormiste una semana en mi casa— contestó riendo— Claro que estoy segura— volvió a señalar hacia dentro con su cabeza— Vamos dale que es tarde— le tendió la mano sonriendo y la rubia se la tomó de la misma forma.

Hoy sería el día que el equipo iría tras Sam, así que luego de desayunar se reunirían en la habitación del matrimonio para terminar de hablar el como lo harían.
Santana despertó y sintió como un brazo la rodeaba por la cintura de forma protectora y al abrir los ojos sonrió al ver que sus manos estaban entrelazadas, si bien ya habían dormido juntas sin que nada pasara, las otras veces ambas ponían una línea imaginaria para no cruzar, y esta era la primera vez que al despertar estaban en una posición tan intima.

—Britt, nos tenemos que levantar— habló con la voz ronca por el sueño luego de ver el reloj— En media hora hay que ir a desayunar— le acarició el brazo suavemente para despertarla.

—Hmm un rato más amor— respondió la rubia dormida mientras se aferraba más a la latina. Santana al escuchar eso se dio vuelta rápidamente con una sonrisa en su rostro y le acarició la mejilla.

—Está bien Britt-Britt— susurró mirando sus labios y acariciando toda su cara— Seguí durmiendo un poco más— le dio un beso en la frente y se levantó a bañarse donde se tomó su tiempo.
Al salir se encontró con la rubia quién estaba sentada en la cama esperando su turno para ducharse, cuando Britt la vio se quedó literalmente con la boca abierta mirándola embobada. Santana tenía puesta una remera negra con unos jeans del mismo color los cuales todavía no había terminado de abrochar, y con su pelo húmedo el cual tenía ondulado.

—¿Te gusta lo que ves?— preguntó riendo mientras se abrochaba el jean.

—Me encanta— sonrió al ver a la latina sonrojarse— Dios mío San, sos preciosa— dijo contemplando su cuerpo.

—Britt solo tengo puesta una remera común y unos jeans, no es para tanto— le restó importancia.

—Podrías tener un maldito traje de astronauta y para mi vas a ser preciosa igual— se levantó y le dió un beso muy cerca de los labios— Buen día— le susurró al oído generando que a la latina se le erizara la piel.

—¿No me vas a dar un beso de buenos días como corresponde?— preguntó alzando una ceja al ver que la rubia se dirigía hacía el baño. Britt al escuchar eso sonrió y se volteó hacia ella.

Amor de AgentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora